El Huérfano, el Puma y la Misión en el Río Elena



Había una vez un huérfano llamado Tomás, que vivía en un pequeño pueblo en las afueras de la ciudad. Tomás era un niño valiente y curioso que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás.

Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con un puma herido. Sin dudarlo, decidió cuidarlo y hacerlo su amigo. Juntos pasaban los días explorando el bosque y disfrutando de la naturaleza. Sin embargo, un problema acechaba al pueblo: la sequía.

El río Elena, que abastecía de agua a la comunidad, se estaba secando, y la falta de agua pronto se convirtió en un grave problema.

Tomás y su puma amigo, junto con algunos de sus compañeros más valientes, decidieron emprender una misión para encontrar una solución. "Amigos, el río Elena se está secando y nuestro pueblo necesita nuestra ayuda. Debemos buscar una manera de traer agua de vuelta", dijo Tomás con determinación. "¡Sí, vamos a salvar nuestro pueblo!", exclamaron sus amigos entusiasmados.

Tomás recordó una antigua leyenda que decía que en lo más profundo del bosque, cerca de la cascada mágica, había una fuente de agua eterna.

Sin pensarlo dos veces, el grupo de valientes amigos se embarcó en una emocionante aventura hacia lo desconocido. En su travesía, se enfrentaron a desafíos, como cruzar un puente colgante y descifrar acertijos misteriosos, pero nunca se rindieron. Finalmente, llegaron a la cascada mágica, donde encontraron la preciada fuente de agua eterna.

Con júbilo, llenaron sus recipientes y regresaron al pueblo, devolviendo la vida al río Elena. El pueblo entero celebró la valentía y determinación de los amigos, y Tomás y su puma fueron considerados héroes.

Desde ese día, nunca más faltó agua en el pueblo, y la amistad de Tomás y el puma se volvió legendaria, inspirando a muchos otros a cuidar y proteger la naturaleza.

FIN.

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