El huerto de los limones

Había una vez en un pequeño pueblo, dos primos llamados Santiago y Mateo. Juntos pasaban largas tardes en el huerto de la abuela de Santiago, donde crecían limoneros majestuosos. Un día, los primos decidieron iniciar una guerra de limones.

Armados con sus risas y jugosas armas amarillas, los dos se lanzaban limones sin parar, creando recuerdos imborrables en sus corazones. A medida que crecían, recordaban las risas y alegría que experimentaban juntos en el huerto.

A los 29 años, Santiago sopló las velas de su pastel de cumpleaños, y en ese momento, revivió todos esos momentos maravillosos de su niñez.

Comprendió que, así como los limones que lanzaban, la vida puede ser agria a veces, pero con el amor y la amistad, siempre se pueden encontrar momentos dulces y gratificantes. Decidió que era hora de reconectar con Mateo y revivir esos momentos felices juntos.

Aunque la vida los había llevado por caminos diferentes, la amistad y los recuerdos compartidos en el huerto de limones los unieron para siempre.