El huerto escolar de la alegría
Había una vez en una escuela de un barrio muy alegre, un grupo de niños que junto a sus maestras decidieron crear un huerto escolar.
Todos estaban emocionados con la idea de sembrar y cosechar sus propias frutas y verduras saludables. La maestra Carmen les explicó que aprenderían sobre la importancia de una alimentación sana y el cuidado del medio ambiente. Los niños empezaron a preparar la tierra, sembraron semillas de tomate, zanahoria, lechuga, frutillas y otros vegetales.
Todos los días regaban y cuidaban sus plantitas con mucho amor. Un día, una tormenta fuerte azotó el huerto y algunas plantas se dañaron. Los niños estaban tristes, pero las maestras los alentaron a no rendirse.
Juntos buscaron soluciones para proteger las plantas en caso de otra tormenta. Construyeron pequeños refugios con materiales reciclados y así las plantas estuvieron a salvo. Finalmente llegó el momento de cosechar, los niños estaban emocionados de ver el resultado de su esfuerzo.
Juntos recolectaron tomates, zanahorias, lechugas y frutillas deliciosas. Con estas frutas y verduras prepararon exquisitas ensaladas y jugos naturales para compartir con toda la escuela. Los niños se sentían orgullosos de lo que habían logrado y aprendido.
El huerto escolar se convirtió en un lugar de alegría y aprendizaje, donde todos disfrutaban de la naturaleza y de los frutos de su trabajo.
FIN.