El huevo sorpresa
Había una vez un grupo de dinosaurios que vivían en el bosque, entre ellos estaba Dino, un pequeño triceratops muy curioso y aventurero.
Un día, mientras exploraba el bosque, Dino encontró algo muy extraño: ¡un huevo gigante! Dino no sabía qué hacer con él, así que decidió llevarlo a casa para mostrárselo a sus amigos. Al llegar al claro del bosque donde vivían los dinosaurios, todos se sorprendieron al ver el enorme huevo que traía Dino.
"¡Qué cosa más rara!", dijo Rafa, el velociraptor. "¿Qué creen que pueda haber adentro?", preguntó Lila, la pterodáctilo. "No lo sé", respondió Dino emocionado. "Pero creo que es algo especial".
Los días pasaron y todos los dinosaurios estaban ansiosos por saber qué había dentro del huevo de Dino. Finalmente llegó el cumpleaños de Dino y decidieron hacer una fiesta sorpresa en su honor.
El día de la fiesta llegó y los dinosaurios se reunieron alrededor del huevo gigante para cantarle "Feliz Cumpleaños" a su amigo. Pero justo cuando terminaron la canción, ocurrió algo increíble: ¡el huevo empezó a moverse! Todos los dinosaurios se acercaron con cautela mientras el cascarón comenzaba a agrietarse poco a poco.
Y entonces... ¡sorpresa! De repente salió un pequeño tiranosaurio bebé. "¡Wow! Es tan lindo", exclamaron todos los presentes. El pequeño tiranosaurio miraba a su alrededor, confundido y asustado.
Pero cuando vio a los dinosaurios que lo rodeaban, se sintió más tranquilo. "Bienvenido a nuestro bosque", dijo Dino con una sonrisa amigable. El pequeño tiranosaurio empezó a jugar con los otros dinosaurios y todos se divirtieron mucho en la fiesta de cumpleaños de Dino.
A partir de ese día, el pequeño tiranosaurio se convirtió en un miembro más del grupo y juntos vivieron muchas aventuras emocionantes en el bosque.
Así es como Dino descubrió algo especial y cómo esa sorpresa llevó a una nueva amistad entre diferentes especies de dinosaurios. Y aunque no sabían qué les depararía el futuro, sabían que siempre tendrían el apoyo y la lealtad unos del otro.
FIN.