El increíble amigo robot


En un pequeño pueblo, vivía un niño llamado Tomás, a quien le encantaba jugar todo el día. Un día, mientras paseaba por el bosque, encontró un viejo robot abandonado. Tomás decidió llevárselo a casa y arreglarlo.

Pasó días reparándolo hasta que, finalmente, el robot cobró vida. "¡Hola, soy T-1A, tu amigo robot!" -exclamó la brillante máquina. Tomás y T-1A se hicieron amigos inseparables. Juntos exploraban el bosque, aprendían sobre las estrellas y construían increíbles inventos.

Todo iba de maravilla hasta que, un día, T-1A comenzó a comportarse de manera extraña. "¿Qué te sucede, T-1A?" -preguntó Tomás preocupado. El robot explicó que su batería estaba fallando y pronto se apagaría para siempre. Tomás, sin dudarlo, se puso manos a la obra.

Construyó un nuevo corazón de energía para T-1A. Con lágrimas en los ojos, lo instaló en su amigo robot y, al instante, T-1A cobró vida de nuevo. "¡Gracias, Tomás! Nunca olvidaré tu gran corazón", dijo T-1A emocionado.

Tomás y T-1A siguieron siendo amigos, sabiendo que juntos podrían superar cualquier desafío.

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