El increíble descubrimiento de René Descartes
Había una vez en la lejana Francia, un brillante matemático llamado René Descartes. René era famoso por sus innovadores métodos de enseñanza, especialmente con el plano cartesiano, que él mismo había creado.
Un día, mientras paseaba por el jardín de su casa, René notó algo extraordinario: una mosca volando a su alrededor con una rapidez que desafiaba su capacidad para seguirla con la mirada. "¡Vaya, vaya! ¡Qué curiosa es esta mosca que no para quieta!" exclamó René.
Con su mente inquieta y su curiosidad insaciable, René se propuso resolver el enigma de la ubicación de la mosca. Decidió aplicar sus conocimientos matemáticos, y recordó el plano cartesiano que tanto había enseñado.
Con su pluma y papel en mano, René trazó un par de ejes perpendiculares, asignó coordenadas a los diferentes puntos del espacio y con astucia logró calcular la trayectoria de la mosca.
Tras arduos cálculos, René Descartes finalmente logró determinar la ubicación exacta de la mosca en el jardín. Emocionado, corrió a contárselo a sus amigos y colegas. Al ver su asombroso descubrimiento, todos quedaron maravillados y reconocieron el valor de sus enseñanzas matemáticas.
A partir de ese día, la historia del 'descubrimiento de la mosca' se volvió legendaria, y René Descartes pasó a ser recordado no solo como un genio de la matemática, sino también como un investigador audaz y perspicaz.
FIN.