El Increíble Nombre de Tomás




Tomás era un niño curioso y alegre que un día descubrió algo maravilloso: su nombre era útil para muchas cosas. Un día, jugando en el patio de su casa, escuchó a su mamá llamarlo desde la cocina.

-Tomás, ¿puedes traer la pelota roja que está en la mesa? -. Tomás rápidamente corrió hacia la mesa y agarró la pelota. Su mamá le dijo: -¡Muy bien, Tomás, eres de gran ayuda! -.

Eso le hizo sentir tan feliz como si hubiera ganado un premio. Luego, en la tarde, su abuelito lo llamó: -Tomás, ¿me ayudas a regar las plantas del jardín? -. Tomás agarró la regadera y junto a su abuelito cuidaron las hermosas flores.

Al terminar, su abuelito le dijo: -¡Gracias, Tomás, eres un gran jardinero! -. Tomás se sintió tan orgulloso que no podía parar de sonreír. Los días pasaron, y Tomás siguió descubriendo lo útil que era su nombre.

Un día en la escuela, la maestra le pidió ayuda para organizar los libros. -Tomás, ¿puedes ayudarme a ordenar la biblioteca? -. Tomás asintió emocionado y juntos dejaron los libros perfectamente ordenados. La maestra lo felicitó diciendo: -¡Qué buen ayudante eres, Tomás! -.

Tomás descubrió que su nombre era como una varita mágica que lo convertía en un gran ayudante en todo lo que hacía. Sin importar si era en la casa, con su familia o en la escuela, su nombre lo convertía en alguien especial.

Desde ese día, Tomás se esforzó por ser un niño aún más útil, porque sabía que su nombre podía ayudar a hacer del mundo un lugar mejor.

Y así, entre risas, juegos y mucha ayuda, Tomás demostraba que un nombre no solo identifica a una persona, ¡sino que puede convertirla en un héroe en su vida diaria!

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!