El increíble viaje de Alba

Alba era una niña que vivía en un pequeño pueblo rodeado de coloridas montañas y campos verdes. A diferencia de los demás niños, Alba no experimentaba emociones como alegría, tristeza o miedo debido a su condición llamada alexitimia.

En lugar de sentir, Alba observaba el mundo a su alrededor con curiosidad y racionalidad. Un día, Alba decidió emprender un viaje para descubrir la magia de las emociones.

En su travesía, conoció a un tosco leñador llamado Mateo, un simpático pajarito llamado Pío, y una misteriosa anciana conocida como la Sabia de las Emociones. Juntos, emprendieron un viaje en busca de una antigua poción que había sido olvidada por el mundo.

Durante su aventura, Alba y sus amigos enfrentaron desafíos y peligros, pero también experimentaron momentos de alegría, tristeza y valentía. Finalmente, tras superar obstáculos, encontraron la poción escondida en lo más profundo del bosque.

La Sabia de las Emociones explicó que la poción no devolvería las emociones perdidas de Alba, pero le permitiría comprenderlas. Alba bebió la poción y, de repente, comenzó a comprender lo que era la empatía, el amor, y la felicidad. Aunque seguía sin sentir emociones propias, ahora podía comprender las de los demás y ayudarles.

Alba regresó a su pueblo con una nueva misión: enseñar a los demás la importancia de entender y respetar las emociones de cada persona, aunque estas sean diferentes a las propias.