El increíble viaje de Germán el Gusanito


En el hermoso jardín de la escuela, vivía Germán, un pequeño gusanito muy curioso. Un día, mientras paseaba por el suelo, vio a un grupo de niños de inicial sembrando semillas en el suelo.

Germán se acercó y les preguntó qué estaban haciendo. "Estamos plantando semillas para que crezcan nuevas plantas", le explicó el niño más grande. Fascinado por la idea, Germán decidió encontrar su propia semilla para plantar.

Después de buscar y buscar, encontró una semilla pequeñita y la enterró en la tierra con mucho cuidado. Todos los días, Germán cuidaba su semilla, asegurándose de que tuviera suficiente agua y luz solar. Pasaron los días y finalmente la semilla comenzó a brotar.

¡Germán estaba emocionado de verla crecer! Pero un día, una tormenta fuerte azotó el jardín y destruyó la planta de Germán. Desanimado, Germán pensó que había perdido su semilla para siempre.

Sin embargo, para su sorpresa, la planta empezó a crecer de nuevo, más fuerte y hermosa que nunca. Germán aprendió que, al igual que la planta, él también podía superar los momentos difíciles y convertirse en algo increíble.

Con el tiempo, la planta creció y se convirtió en un hermoso girasol, llenando el jardín de colores brillantes. Germán comprendió que el proceso de crecimiento puede llevar tiempo, pero al final, siempre vale la pena. Y así, Germán el Gusanito y su girasol se convirtieron en símbolos de perseverancia y crecimiento para todos en la escuela.

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