El increíble viaje de Gregorio Samsa
Gregorio Samsa era un joven muy trabajador que se levantaba temprano todas las mañanas para ir a su empleo y así poder mantener económicamente a su familia. Un día, al despertar, se dio cuenta de que algo extraño le sucedía.
Se sentía diferente, con una extraña sensación en su cuerpo. Al mirarse al espejo, descubrió horrorizado que se había transformado en un insecto.
Sus piernas eran largas y delgadas, su cuerpo estaba cubierto de un caparazón brillante y tenía antenas en su cabeza. Gregorio no podía creer lo que veía. Asustado, intentó levantarse de la cama, pero descubrió que era mucho más difícil de lo que solía ser.
Sus patas se enredaban unas con otras y tuvo que hacer un gran esfuerzo para lograr ponerse de pie. No sabía cómo explicarle a su familia lo que le había sucedido, así que decidió esconderse en su habitación. Pero pronto se dio cuenta de que su nueva forma le daba habilidades asombrosas.
Podía trepar las paredes y el techo con facilidad, e incluso podía comunicarse con otros insectos. En su viaje por descubrir su nuevo mundo, Gregorio conoció a otros insectos que, a pesar de ser diferentes, lo aceptaron tal como era.
Aprendió que la diversidad es algo maravilloso y que todos tienen su lugar en el mundo. Con el tiempo, Gregorio descubrió que su verdadera transformación no era en un insecto, sino en una persona más comprensiva y valiente.
Con estas nuevas enseñanzas, decidió regresar con su familia, quienes al principio se asustaron al verlo, pero luego lo aceptaron con amor. Juntos, aprendieron a adaptarse a esta nueva situación y encontraron la felicidad en las pequeñas cosas de la vida.
Aunque Gregorio ya no era el mismo, su amor por su familia y su valentía para enfrentar los desafíos le demostraron que, a pesar de las dificultades, siempre hay una luz al final del camino.
FIN.