El increíble viaje de la linterna Perico


Perico era una pequeña linterna de color rojo brillante que vivía en una caja de herramientas en el sótano de la casa de la familia Rodríguez.

Desde su posición en la caja, Perico observaba el ajetreo diario de la familia: el padre arreglando cosas, la madre haciendo bricolaje y los niños jugando. Perico anhelaba ser parte de esas aventuras y ayudar en lo que pudiera.

Un día, la familia planeaba ir de excursión al bosque, y el papá decidió llevar la linterna por si acaso. –¡Vamos, Perico! –dijo el papá, cogiendo la linterna y colocándola en la mochila.

Perico estaba emocionado: ¡era su oportunidad de explorar el mundo exterior! Al llegar al bosque, la familia Rodríguez se dispuso a caminar por un sendero. De repente, se oscureció y empezó a llover. –¡Papá, no vemos nada! –exclamaron los niños. El padre, recordando que llevaba la linterna, la sacó y la encendió.

La luz de Perico iluminó el sendero, y la familia pudo continuar su caminata. Perico se sentía orgulloso de ser útil. De vuelta a casa, Perico se encontró en su caja de herramientas, pero algo había cambiado en él.

Ya no se conformaba con ser solo una linterna de un rincón oscuro. Decidió que quería más, que quería ayudar a las personas y ser parte de sus vidas. En ese instante, un fuerte viento abrió la ventana del sótano y Perico rodó hasta la puerta.

Sin pensarlo, se deslizó por las escaleras y salió a la calle. Perico se embarcó en una aventura por la ciudad, iluminando el camino de las personas que lo necesitaban.

Ayudó a encontrar llaves perdidas, se convirtió en la luz de emergencia de un automóvil averiado y hasta iluminó un concierto callejero. La fama de Perico creció, y cada vez más gente conocía su valentía y generosidad.

Una noche, mientras iluminaba el camino de un anciano perdido, este le dijo: –Gracias, pequeña linterna, has alumbrado mi camino y mi corazón. Perico se sintió conmovido y comprendió que su lugar no estaba solo en el sótano, sino en todas partes donde pudiera ser útil.

A partir de ese momento, Perico se convirtió en la linterna más famosa de la ciudad, siempre dispuesta a ayudar a los demás. Y aunque a veces extrañaba su caja de herramientas, sabía que su verdadero propósito era brillar en la oscuridad para guiar a quienes lo necesitaran.

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