El increíble viaje de Matías, el niño que aprendió a alistarse
Matías era un niño muy travieso y desordenado. Siempre dejaba sus cosas tiradas por toda la casa y le costaba mucho trabajo levantarse temprano para ir a la escuela. Un día, su mamá le dijo: "Matías, ya eres grande, es hora de que aprendas a ser más independiente y te alistes solo por las mañanas". Matías no estaba muy convencido, pero decidió hacerle caso a su mamá y empezar a aprender.
Al principio, Matías se levantaba tarde y apenas tenía tiempo para desayunar. Pero con el tiempo, fue tomando el hábito de acostarse temprano y levantarse con energía. Aprendió a doblar su uniforme escolar y dejarlo listo la noche anterior, y a organizar su mochila con todo lo que necesitaba para el día siguiente. Su mamá lo felicitaba por sus avances y poco a poco Matías se sentía más orgulloso de sí mismo.
Un día, Matías se levantó aún más temprano de lo habitual porque quería prepararle el desayuno a su mamá como agradecimiento por todo lo que ella le había enseñado. Entonces, preparó unos deliciosos panqueques y se los llevó a la cama a su mamá, quien se sorprendió y se emocionó mucho con el gesto de Matías. A partir de ese día, Matías se convirtió en un niño muy responsable y colaborador en casa.
Con el tiempo, Matías se dio cuenta de que al alistarse solo por las mañanas, no solo ganaba tiempo, sino que también se sentía más seguro de sí mismo y tenía más energía para disfrutar de sus días. Además, su mamá notó que desde que Matías aprendió a alistarse solo, la convivencia en casa era más armoniosa y todos estaban más felices.
Matías descubrió que ser independiente y responsable le traía muchas satisfacciones, y se convirtió en un ejemplo para sus amigos, quienes también empezaron a aprender a alistarse solos por las mañanas. Desde entonces, Matías disfrutó de cada mañana como una aventura por descubrir, sabiendo que él era capaz de enfrentar cualquier reto que se le presentara.
FIN.