El increíble viaje de Nico y las frutas mágicas
Nico era un niño al que no le gustaban para nada las frutas y verduras. Pensaba que podía crecer fuerte y sano comiendo solamente caramelos y papas fritas.
Un día, su abuelita, Doña Rosita, le contó sobre las frutas mágicas que crecían en un lugar lejano y que tenían el poder de darle fuerza a quien las comiera. Nico, emocionado por la idea de un viaje mágico, decidió emprender la aventura.
- Abuelita, ¿vamos a buscar las frutas mágicas? - preguntó Nico con ojos brillantes. - Sí, mi niño, pero para llegar hasta allá debemos aprender por qué son tan importantes las frutas y las verduras.
Doña Rosita le explicó a Nico que las frutas y verduras contienen vitaminas y minerales que son fundamentales para su crecimiento y para mantenerse sano. Nico, un poco sorprendido, preguntó: - ¿Y eso es verdad, abuelita? - Claro que sí, querido Nico.
Las frutas y verduras son como pequeñas píldoras mágicas que nos llenan de energía y nos ayudan a crecer fuertes y sanos. Emocionado por descubrir más sobre las maravillas de las frutas y verduras, Nico decidió aprender todo lo que pudiera sobre ellas.
Doña Rosita y Nico iniciaron su viaje por el reino de las frutas y verduras. En su recorrido conocieron al Rey Manzana, quien les mostró su palacio lleno de manzanas jugosas y crujientes. - Vuestra Majestad, ¿cómo nos pueden ayudar las manzanas? - preguntó Nico con curiosidad.
- Querido niño, las manzanas están llenas de vitamina C, que te ayuda a defenderte de las enfermedades y a tener huesos fuertes. Desde ese día, Nico nunca más subestimó el poder de las manzanas.
Luego, conocieron a la Reina Espinaca, quien les habló sobre la importancia de las verduras verdes. - Querida Reina, ¿por qué son tan importantes las espinacas? - preguntó Nico.
- Las espinacas están llenas de hierro, que te da energía y te ayuda a mantener tu sangre saludable -respondió la Reina Espinaca con una sonrisa amable. Nico quedó impresionado por la importancia de la Reina Espinaca.
Durante su viaje, Nico y su abuelita aprendieron sobre las vitaminas en las frutas y verduras, como la vitamina A en las zanahorias, la vitamina K en las uvas, y muchas más. Finalmente, llegaron al lugar de las frutas mágicas y llenaron su cesta con todas las maravillosas frutas y verduras que habían conocido en su viaje.
De regreso a casa, Nico abrazó a su abuelita y le agradeció por enseñarle la importancia de las frutas y verduras.
Desde ese día, Nico se convirtió en un defensor de las frutas y verduras, siempre recordando el increíble viaje que lo llevó a descubrir su valor. Y así, Nico creció fuerte y sano, lleno de energía gracias al poder de las magníficas frutas y verduras. ¡Las frutas y verduras de verdad son mágicas!
FIN.