El increíble viaje de Roma en busca de alimentos de invierno


En un hermoso bosque vivía Roma, una ardilla muy activa y curiosa. El otoño llegaba a su fin y el frío invierno se acercaba, por lo que Roma sabía que debía recolectar suficientes alimentos de invierno para sobrevivir. -

Un día, reunió a sus amigos, el simpático conejo Tobías y la sabia lechuza Olivia, y les contó sobre su preocupación. Tobías propuso ir al campo de calabazas, pero Olivia advirtió que el frío ya había dañado las cosechas. Roma se sintió desanimada, pero de repente tuvo una brillante idea: visitar al viejo zorro del bosque, que siempre tenía soluciones para todo. -

Los tres amigos iniciaron su viaje hacia la guarida del zorro. En el camino, debieron sortear obstáculos como arroyos crecidos y ramas caídas. Finalmente, encontraron al zorro, quien les dijo que en el Valle de los Árboles Eternos podían encontrar un árbol que daba frutos durante todo el invierno. Sin embargo, el Valle estaba del lado oscuro y peligroso del bosque, donde habitan criaturas temibles. -

Decididos a ayudar a Roma, Tobías y Olivia acompañaron a su amiga hasta el Valle. Enfrentaron aterradoras sombras y ruidos extraños, pero permanecieron juntos y valientes. Al llegar al Valle, descubrieron que la clave para obtener los frutos era tocar la Canción del Invierno, que solo podía interpretarse con la flauta mágica que custodiaba el gigante Buho de la Noche. -

Con astucia y trabajo en equipo, lograron engañar al Buho y obtener la flauta. Al tocar la hermosa melodía del invierno, el árbol les ofreció generosamente los deliciosos frutos. Con sus bolsas llenas, regresaron al bosque, donde celebraron su éxito. Roma aprendió que, ante los desafíos, la amistad, el coraje y la cooperación son fundamentales. -

Desde entonces, Roma, Tobías y Olivia continuaron compartiendo aventuras, siempre recordando que juntos pueden superar cualquier desafío.

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