El increíble vocabulario de Mateo



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Ortografía, un niño llamado Mateo que estaba por comenzar su cuarto grado de primaria.

Mateo era muy curioso y le encantaba aprender cosas nuevas, especialmente cuando se trataba de palabras y escritura. Un día, la maestra de Mateo, la Señorita Gramática, decidió enseñar a la clase sobre las palabras agudas, graves, esdrújulas y sobresdrújulas. Todos los niños estaban emocionados por aprender algo nuevo, pero Mateo estaba especialmente entusiasmado.

La Señorita Gramática explicó que las palabras agudas eran aquellas en las que la sílaba tónica (la sílaba más fuerte) era la última sílaba. Por ejemplo: "café", —"reloj" , "papá".

Las graves tenían la sílaba tónica en la penúltima sílaba, como por ejemplo: "mamá", "canción", "fácil". Las esdrújulas tenían la sílaba tónica en la antepenúltima sílaba, como: "música", "teléfono", "página". Y finalmente, las sobresdrújulas tenían la sílaba tónica antes de la antepenúltima sílaba, como: "rápidamente", "ántesayer".

Mateo quedó fascinado con esta nueva información y decidió practicar identificando estas palabras en los libros que leía y en las conversaciones diarias con sus amigos y familiares.

Un día mientras caminaba por el parque del pueblo con su mejor amigo Lucas, vieron un cartel que anunciaba un concurso de deletreo. Mateo sintió una corazonada y decidió inscribirse. El día del concurso llegó y Mateo estaba nervioso pero emocionado.

La primera prueba consistía en identificar si las palabras dadas por el jurado eran agudas, graves o esdrújulas. Para sorpresa de todos, Mateo respondió todas correctamente gracias a lo aprendido en clase. En la segunda prueba tenían que deletrear palabras sobresdrújulas.

Muchos niños titubearon al intentarlo pero Mateo recordó cómo funcionaban estas palabras y logró deletrearlas sin problemas. Finalmente llegó el momento decisivo: el desempate entre Mateo y otro concursante para determinar quién sería el ganador. El jurado dio una palabra larga y complicada: —"hipopotomonstrosesquipedaliofobia" .

El otro concursante se quedó pensando mientras que Mateo sonrió confiado. "¡H-I-P-O-P-O-T-O-M-O-N-S-T-R-O-S-E-S-Q-U-I-P-E-D-A-L-I-O-F-O-B-I-A!", exclamó rápidamente Mateo.

El público estalló en aplausos al ver cómo Mateo había demostrado no solo ser un buen deletreador sino también entender a la perfección las reglas de las palabras agudas, graves, esdrújulas y sobresdrújulas. Desde ese día en adelante, todos en Villa Ortografía reconocieron a Mateo como un experto en ortografía y él siguió disfrutando cada momento de aprendizaje tanto dentro como fuera del aula.

FIN.

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