El increíble vuelo del barrilete y la mariposa


En un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, vivía un chico llamado Enzo. Un día, mientras paseaba por el campo, se encontró con un barrilete atrapado en un árbol. Sin pensarlo dos veces, decidió liberarlo.

Al hacerlo, el barrilete comenzó a bailar en el aire, y de repente, una mariposa se posó en una de las cuerdas. - ¡Hola! Soy el barrilete, ¿y tú quién eres? - preguntó el barrilete.

- Soy una mariposa, ¿tú también quieres volar como yo? - respondió la mariposa. Enzo, sorprendido por la conversación entre el barrilete y la mariposa, decidió quedarse a observar. El Ganzo, un simpático pato que pasaba por allí, se unió al grupo.

- ¿Qué están haciendo ustedes? - preguntó el Ganzo con curiosidad. - Estamos hablando de volar, ¿tú sabes volar? - dijo el barrilete.

- Claro que sí, con mis alas puedo volar sobre el lago, pero nunca volé tan alto como ustedes parecen hacerlo -respondió el Ganzo. Emocionado, Enzo propuso construir un arcoíris de cintas coloridas para ayudar al barrilete y a la mariposa a volar aún más alto. Juntos, buscaron materiales y con paciencia y creatividad, crearon un arcoíris que deslumbraba con sus colores.

Una vez listo, el barrilete y la mariposa se acercaron al arcoíris y, con la ayuda del viento y el impulso de Enzo, emprendieron un vuelo tan fascinante que todos los vecinos se unieron para ver la maravillosa hazaña.

Gracias a la amistad entre el barrilete, la mariposa, Enzo y el Ganzo, descubrieron que juntos pueden alcanzar alturas inimaginables.

Desde ese día, el barrilete y la mariposa continuaron volando juntos, inspirando a todos a atreverse a soñar en grande y trabajar en equipo para alcanzar cualquier desafío.

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