El Jardín Arcoíris y la Aventura Acuática
Había una vez un colorido y alegre jardín de infantes llamado "Arcoíris". En este lugar mágico, los niños y niñas pasaban sus días aprendiendo, jugando y creciendo junto a las queridas seños.
Un día soleado, la directora del jardín convocó a todas las seños para anunciarles una noticia emocionante: ¡El jardín de infantes participaría en un importante concurso nacional de educación infantil! Las seños estaban entusiasmadas y comenzaron a planificar actividades especiales para preparar a los pequeños estudiantes.
La primera tarea era enseñarles sobre el mundo de los animales. La señorita Laura decidió llevar a todos al zoológico. Los niños quedaron maravillados al ver leones, elefantes y pingüinos.
Pero mientras disfrutaban del espectáculo de delfines saltando en el agua, uno de ellos notó algo extraño. "¡Miren ese pobre delfín! Parece triste", exclamó Martín señalando hacia el tanque. Las seños no podían creer lo que veían: el delfín estaba nadando lentamente y parecía solitario.
Decidieron hablar con los encargados del zoológico para buscar una solución. Después de varias reuniones, lograron convencer al zoológico de mejorar las condiciones del delfín. Construyeron un nuevo tanque más espacioso y trajeron compañeros delfines para que jugaran juntos.
Los niños estaban felices al ver cómo su preocupación había ayudado a mejorar la vida del animal. Con esta experiencia, las seños les enseñaron a los niños la importancia de cuidar y respetar a los animales.
Organizaron una campaña para recolectar alimentos y juguetes para donar a un refugio de animales local. Todos trabajaron juntos, decorando cajas y escribiendo mensajes de amor y apoyo. El día del concurso finalmente llegó.
Los pequeños estudiantes estaban emocionados por mostrar todo lo que habían aprendido. Cada grupo presentó sus proyectos: desde maquetas de ecosistemas hasta canciones sobre la naturaleza. Pero cuando llegó el turno del grupo de Martín, algo inesperado sucedió.
La señorita Laura comenzó a hablar sobre el delfín triste que habían visto en el zoológico y cómo los niños se unieron para ayudarlo.
Luego, Martín tomó la palabra:"-Queremos mostrarles algo especial que hicimos", dijo con voz temblorosa mientras sostenía una caja decorada con dibujos de animales felices. "-Recolectamos comida y juguetes para los animalitos en el refugio". Los jueces quedaron impresionados por la iniciativa solidaria de los niños y les otorgaron el primer premio del concurso.
Los pequeños saltaban de alegría mientras las seños celebraban junto a ellos. La historia del jardín "Arcoíris" se hizo conocida en todo el país gracias al esfuerzo y dedicación tanto de las seños como de sus valientes alumnos.
Las autoridades decidieron reconocer su labor creando una ley para proteger los derechos de los animales en cautiverio. Desde aquel día, cada niño llevaba consigo un mensaje importante: todos podemos hacer la diferencia, sin importar cuán pequeños seamos.
Y así, el jardín de infantes "Arcoíris" se convirtió en un ejemplo inspirador para todos los demás jardines del país. Y colorín colorado, esta historia llena de amor y aprendizaje ha terminado.
FIN.