El jardín de la aceptación


La niña se llamaba Sofía y tenía 8 años. Era una niña muy inteligente y creativa, pero sus compañeros de clase no la trataban bien.

La llamaban —"nerd"  y se burlaban de ella porque sacaba buenas notas y le gustaba leer libros. Un día, mientras caminaba a la escuela con su madre, Sofía vio un hermoso jardín lleno de flores coloridas.

Se detuvo para admirarlo y su madre le preguntó: "¿Por qué te gusta tanto este jardín?". Sofía respondió: "Me encanta porque las flores son diferentes entre sí, pero todas son hermosas a su manera". Su madre sonrió y dijo: "Así es como deberías pensar acerca de ti misma.

Eres única y especial en tu propia forma". Esa noche, Sofía pensó mucho en lo que había dicho su madre. Decidió que no importaba lo que los demás pensaran de ella porque ella sabía quién era realmente.

Al día siguiente, cuando llegó a la escuela, sus compañeros comenzaron a burlarse de ella nuevamente. Pero esta vez, Sofía simplemente sonrió y les dijo: "No me importa lo que piensen ustedes. Yo sé quién soy realmente".

Los compañeros quedaron sorprendidos por la respuesta valiente de Sofía e incluso algunos empezaron a respetarla más. Con el tiempo, Sofía hizo nuevos amigos en la escuela que apreciaban sus habilidades únicas e intereses similares.

Aprendió que ser diferente era algo bueno y que debía ser fiel a sí misma sin importar lo que los demás dijeran.

Desde ese día en adelante, cada vez que Sofía veía el hermoso jardín, se recordaba a sí misma que era especial y única en su propia forma, al igual que las flores en el jardín. Y así, vivió feliz para siempre. .

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