El jardín de la amistad



En un hermoso jardín de flores multicolores vivía una abeja llamada Anita.

A diferencia de las otras abejas, Anita era muy reservada y prefería pasar su tiempo paseando por los jardines en lugar de estar con el resto de la colmena. Un día, mientras Anita volaba entre las flores, notó algo diferente en el jardín. Había un nuevo arbusto lleno de flores brillantes y resplandecientes que nunca antes había visto.

Anita sintió curiosidad y decidió acercarse a explorar. Al acercarse al arbusto, Anita descubrió que las flores emitían un brillo especial y tenían colores tan vibrantes que parecían sacados de un cuento de hadas.

Fascinada por la belleza del lugar, decidió hacer del arbusto su nuevo hogar. Sin embargo, cuando intentó entrar en el arbusto, se encontró con una araña tejedora llamada Matilde que le bloqueaba el paso.

Matilde era conocida en el jardín por ser muy territorial y no permitir a ninguna otra criatura acercarse a sus preciosas flores. "¡Detente ahí!", dijo Matilde con voz amenazante. "Estas flores son mías y no permitiré que nadie más se acerque". Anita sintió miedo pero también determinación.

No quería renunciar a ese maravilloso lugar lleno de coloridos tesoros naturales. Decidió hablarle a Matilde con amabilidad:"Disculpa, querida Matilde", dijo Anita temblando un poco, "no quiero causarte problemas ni dañar tus preciadas flores. Solo deseo disfrutar de su belleza y vivir aquí en paz".

Matilde se sorprendió por el tono amable de Anita y decidió escucharla. "Nunca antes había conocido a una abeja tan educada", pensó. Después de una larga conversación, Matilde comenzó a comprender que Anita no tenía malas intenciones.

Ambas descubrieron que tenían mucho en común: ambas buscaban la belleza y la tranquilidad en el jardín. Finalmente, Matilde permitió que Anita entrara al arbusto y se convirtiera en su vecina.

Juntas, exploraron los rincones del jardín, disfrutando de las flores más hermosas y compartiendo secretos sobre cómo cuidarlas. Poco a poco, las otras abejas comenzaron a notar la transformación de Anita.

Su timidez inicial fue reemplazada por un brillo especial en sus ojos y una sonrisa radiante en su rostro. Se dio cuenta de que compartir su amor por los colores llamativos con otros era aún más gratificante que disfrutarlo sola.

Anita empezó a hablarles a las demás abejas sobre el increíble mundo lleno de colores que había encontrado detrás del arbusto brillante. Las abejas quedaron fascinadas con sus historias e incluso algunas decidieron acompañarla en sus paseos por el jardín.

Así, gracias a la valentía y determinación de Anita para superar sus miedos, todo el jardín se llenó de risas, alegría y nuevos amigos. La reserva inicial de Anita desapareció por completo mientras aprendía a confiar en los demás y compartir su amor por los colores.

Desde entonces, Anita se convirtió en la abeja más querida y respetada de todo el jardín. Su historia inspiró a muchos a superar sus propios miedos y descubrir la belleza que se esconde en cada rincón del mundo.

Y así, con su valentía y amabilidad, Anita demostró que incluso las abejas más reservadas pueden encontrar su lugar en un mundo lleno de colores llamativos.

FIN.

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