El jardín de la belleza interior


Había una vez en un jardín encantado, una rosa llamada Rosalinda. Era la más hermosa de todas las flores y siempre presumía de su belleza ante sus amigas.

Pero había una flor que no soportaba su actitud arrogante: Margarita. Margarita era una flor sencilla pero llena de bondad. Siempre trataba a todos con amabilidad y respeto, y no entendía cómo Rosalinda podía ser tan vanidosa.

Un día, mientras Margarita estaba regando sus pétalos bajo el sol radiante, se acercó Girasol, otra flor muy especial. "Hola Margarita, veo que estás molesta ¿qué te pasa?" - preguntó Girasol con curiosidad. "¡Oh Girasol! Es que esa Rosa presumida siempre se cree mejor que todas nosotras.

No soporto su actitud. " - respondió Margarita con tristeza. Girasol escuchó atentamente y decidió ayudar a Margarita a resolver este conflicto entre ellas.

Así que idearon un plan para enseñarle a Rosalinda la importancia de la humildad y la amistad verdadera. Un día soleado, mientras Rosalinda lucía sus pétalos rosados frente al espejo del estanque, Girasol se acercó discretamente junto a Clavel, otra bella flor del jardín. "Hola Rosalinda", saludaron al unísono Girasol y Clavel.

Rosalinda miró sorprendida a las dos flores nuevas e hizo gala de su altivez:"¿Y ustedes quiénes son? Nunca antes los había visto en este jardín". "Somos nuevas amigas de Margarita", respondió Clavel con una sonrisa.

Rosalinda se sintió un poco amenazada por la presencia de estas flores tan encantadoras y decidió bajar su orgullo para no quedarse sola. "Bueno, supongo que puedo aceptar a nuevos amigos si me reconocen como la más hermosa del jardín", dijo Rosalinda con arrogancia.

Girasol y Clavel asintieron, pero sabían que esto era solo el comienzo de su plan. Durante los días siguientes, las tres flores pasaron mucho tiempo juntas. Girasol y Clavel demostraban ser amigas leales y cariñosas, siempre escuchando a Rosalinda y apoyándola en todo momento.

Poco a poco, Rosalinda comenzó a darse cuenta de lo vacía que era su actitud presumida. A medida que compartían momentos divertidos e íntimos, comprendió el valor real de la humildad y la importancia de tener verdaderos amigos.

Un día soleado, mientras las tres flores disfrutaban del aroma fresco del jardín, Rosalinda habló sinceramente:"Quiero disculparme por mi actitud arrogante. Me di cuenta de lo importante que es ser humilde y valorar a nuestros amigos.

"Margarita sonrió cálidamente y extendió sus pétalos hacia Rosalinda:"Todos cometemos errores, lo importante es aprender de ellos. Estoy feliz de verte cambiar. "Desde ese día en adelante, las cuatro flores se convirtieron en inseparables amigas.

Aprendieron el verdadero significado del compañerismo y la amistad, y juntas embellecieron aún más el jardín con su amor y bondad. Y así, en ese maravilloso jardín encantado, las flores demostraron que la verdadera belleza no reside solo en los pétalos, sino en el corazón.

Y que la humildad y la amistad son dos valores esenciales para vivir felices y en armonía.

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