El Jardín de la Imaginación
En un rincón del mundo, había un lugar mágico conocido como el Jardín de la Imaginación. Allí, diez personajes llenos de color y alegría esperaban a los niños para emprender aventuras inolvidables.
Los habitantes del jardín eran:
1. **Luzia**, la pequeña hada de las luces, que iluminaba cada rincón con su varita mágica.
2. **Rocco**, el dragón simpático que cocinaba nubes de colores.
3. **Bebé Buho**, el más sabio de todos, cuyo conocimiento sobre la naturaleza no tenía límites.
4. **Tito**, el ratón inventor que siempre traía nuevas sorpresas.
5. **Mariposa Clara**, que enseñaba a volar a sus amigos.
6. **Nube**, un unicornio suave como la brisa, y el mejor amigo de todos.
7. **Coco**, el pato que siempre hacía reír a los demás con sus ocurrencias.
8. **Fausto**, el pez que podía saltar en tierra y nadar en el aire.
9. **Flora**, la tortuga fashionista que hacía trajes de hojas.
10. **Pinta**, el loro artista que pintaba los sueños de los niños.
Un día, Luzia, con su luz brillante, se acercó a Rocco.
"¡Rocco! Vamos a hacer algo especial hoy, ¿qué tal si organizamos una gran fiesta?"
"¡Sí! ¡Me encantaría! Cocinaré nubes dulces para todos", respondió el dragón con entusiasmo.
Mientras tanto, Bebé Buho escuchaba desde su rama:
"¿No creen que deberíamos invitar a todos los niños del pueblo?"
"¡Esa es una gran idea!", dijo Tito, mientras le daba forma a un nuevo invento.
Los amigos comenzaron a prepararse para la fiesta. Flora hizo hermosos trajes con hojas a todos los personajes. Mariposa Clara ayudó a los niños a volar desde el pueblo hasta el jardín, mientras Coco hacía reír a todos con sus travesuras.
Cuando la fiesta comenzó, los niños llegaron emocionados. Fausto, el pez, saltó sobre ellos, mientras Luzia iluminaba el cielo con luces de colores.
"¡Bienvenidos a la fiesta del Jardín de la Imaginación!", exclamó Pinta, quien estaba pintando un enorme mural lleno de colores vibrantes.
"¡Vengan a probar las nubes de colores de Rocco!", gritó Coco.
Sin embargo, cuando todos pensaban que la fiesta iba a ser perfecta, una sombra oscura apareció en el cielo. Era un gigante malvado que quería robar la magia del jardín.
"¡Fuera de aquí, gigante!", gritó Rocco aterrorizado.
"No dejaré que se lleve nuestra fiesta!", exclamó Luzia.
Los personajes se juntaron y formaron un plan.
"Tito, usa tu invento para distraerlo", dijo Bebé Buho.
"Flora, tú puedes esconder a los niños detrás de tus hojas. Mariposa Clara, asegúrate de que el gigante no vea a nadie".
Tito sacó su nuevo invento: un pequeño cohete de colores que comenzó a volar ruidosamente.
"¡Miren todos hacia el cielo!", gritó.
El gigante, curioso, miró hacia arriba, y fue cuando los habitantes del jardín juntos usaron su magia: Luzia lanzó una lluvia de luz que envolvió al gigante, mientras que Rocco inundaba el lugar de nubes de colores.
"¡No me gusta esto!", gritaba el gigante.
"¡Así no se puede quitar nuestra magia!", dijo Nube, mientras daba saltitos.
El gigante, al verse rodeado de tantas cosas lindas y divertidas, entendió que no podía robar algo tan bello.
"Está bien, no quiero mojarme más", dijo, mientras se alejaba y se perdía en la distancia.
Los niños y los personajes del jardín aplaudieron.
"¡Lo logramos juntos!", celebró Bebé Buho.
"La magia del jardín siempre estará con nosotros", sonrió Pinta.
Y así, la fiesta continuó, con risas, nubes de colores y mucho amor. Los personajes aprendieron que la verdadera magia no solo estaba en el jardín, sino en la unión y la amistad de todos. Desde ese día, el Jardín de la Imaginación nunca volvió a tener miedo.
La historia nos recuerda que, frente a los desafíos, la unión y la creatividad pueden hacer la diferencia, y que nunca hay que dejar de creer en la magia de cada día.
FIN.