El jardín de la solidaridad



Juli siempre estaba emocionada cuando llegaba el fin de semana, porque sabía que significaba que iba a visitar a sus abuelos Margarita y Cirilo.

Ellos vivían en una casa grande rodeada de árboles y animales, lo que hacía que Juli se sintiera muy feliz. Cuando llegó al campo, Juli corrió hacia la casa para saludar a sus abuelos y luego fue directamente al jardín para jugar con los perros Moro y Tina.

Los dos perros eran grandes y animals, pero eran amables con Juli y siempre estaban felices de verla. - ¡Hola Moro! ¿Quieres jugar? - preguntó Juli mientras le lanzaba un palo.

Moro saltó hacia el palo y lo atrapó en el aire antes de traerlo de vuelta a Juli. Tina también quería jugar, así que comenzaron a correr por todo el jardín. De repente, Tuki y Negro aparecieron desde detrás del cobertizo.

Los dos gatos eran amigos de los perros y les gustaba pasar tiempo con ellos también. - Hola Tuki, hola Negro - dijo Juli mientras se agachaba para acariciarlos -. ¿Quieren venir a jugar? Los gatos comenzaron a perseguir mariposas mientras los perros seguían jugando con el palo.

Pero entonces algo inesperado sucedió: un pájaro herido cayó del cielo cerca del grupo de amigos animals. Juli no sabía qué hacer; nunca había visto un pájaro herido antes. Pero su abuela Margarita apareció rápidamente para ayudarlo.

- Vamos a llevarlo adentro - dijo ella -. Tal vez podamos curarlo. Juli y los animales siguieron a Margarita adentro de la casa.

Mientras ella cuidaba al pájaro, Juli se sentó en el suelo con sus amigos animals y comenzó a pensar. - ¿Cómo podemos ayudar al pájaro? - preguntó Juli -. No quiero que esté triste o lastimado. Los animales no pudieron responder, pero entonces llegó una idea: podrían hacerle un nido cómodo para que se sintiera mejor.

Juli tomó algunas ramitas y hojas del jardín mientras los perros y los gatos observaban. Juntos construyeron un pequeño nido en una caja con ropa suave dentro para que el pájaro pudiera descansar allí mientras sanaba.

Después de unos días, el pájaro estaba mucho mejor gracias a la ayuda de Margarita y al cariño de Juli y sus amigos animals.

Y aunque fue difícil decir adiós cuando finalmente lo soltaron en libertad, todos aprendieron algo importante: que trabajar juntos puede marcar una gran diferencia para alguien necesitado. Desde ese día, Juli siempre recordaría la importancia de ayudar a aquellos que lo necesitan, sin importar cuán pequeños puedan ser.

Y cada vez que visitaba a sus abuelos, sabía que tendría muchos amigos animals dispuestos a ayudarla si alguna vez encontraba otra criatura necesitada.

FIN.

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