El Jardín de las Estrellas


En un pequeño pueblo rodeado de colinas verdes y prados floridos, vivía una niña llamada Luna. Luna tenía el cabello del color de la noche y los ojos tan brillantes como las estrellas.

Su abuelita le contaba historias mágicas sobre un lugar secreto llamado El Jardín de las Estrellas, un lugar mágico donde crecían flores resplandecientes que brillaban como pequeñas estrellas en la oscuridad. Luna soñaba con conocer aquel misterioso jardín y ver las flores brillantes.

Una noche, mientras observaba el cielo estrellado, vio una estrella fugaz y formuló un deseo: quería encontrar El Jardín de las Estrellas. Al instante, una luz cálida llenó su habitación y una mariposa con destellos plateados voló a través de la ventana.

Luna supo que era hora de emprender su aventura. La mariposa la guió hacia un sendero mágico que la llevó a través del bosque encantado. Finalmente, llegó a un claro donde descubrió El Jardín de las Estrellas.

Las flores resplandecientes emitían destellos de luz y un arcoíris de colores llenaba el cielo. Luna estaba maravillada. Entonces, una voz suave la llamó por su nombre. Era la Flor de la Noche, la guardiana del jardín.

La Flor de la Noche le dijo a Luna que cada niño que creyera en la magia podía visitar ese lugar especial. Le entregó una semilla brillante y le pidió que la plantara en su jardín, para recordar siempre la magia que había descubierto.

Luna regresó a su casa llena de alegría, con la semilla en su mano. La plantó en su jardín y pronto creció una hermosa flor de luz plateada.

Desde aquel día, Luna supo que la magia está en todas partes, basta con creer y tener el corazón lleno de esperanza.

Dirección del Cuentito copiada!