El jardín de las mariposas
Había una vez en un hermoso jardín, dos mariposas llamadas Violeta y Azul. Desde el primer momento en que se vieron, supieron que estaban destinadas a estar juntas.
Pasaban los días revoloteando entre las flores, riendo y compartiendo hermosos momentos juntos. Sin embargo, un día una tormenta sacudió el jardín y Azul resultó herida, perdiendo parte de sus alas. Violeta se sentía impotente al ver sufrir a su amada mariposa.
"No te preocupes, Violeta", dijo Azul con una sonrisa débil, "debo partir en busca de sanación." Con el corazón roto, Violeta vio a Azul volar lejos, prometiendo regresar. Pasaron los días y luego los meses, pero Azul no regresaba.
Violeta se sentía triste y sola, pero decidió que no podía quedarse lamentándose. Comenzó a visitar cada flor del jardín, llevando el polen de una a otra, ayudando a que nacieran nuevas flores y embelleciendo aún más el jardín.
Poco a poco, Violeta encontró consuelo en ayudar a otros y descubrió su pasión por la jardinería. Un día, mientras regaba una nueva planta, Azul regresó al jardín, con sus alas sanas y más brillantes que nunca.
Se encontró con un jardín repleto de vida y belleza, y Violeta radiante de felicidad y realización. Se abrazaron con amor y gratitud. "Ves, Azul, aunque pasamos por momentos difíciles, encontré un propósito que me llena de alegría", dijo Violeta.
"Y yo aprendí que a veces debemos enfrentar nuestros propios desafíos para crecer y valorar lo que más amamos", respondió Azul. Juntas, continuaron embelleciendo el jardín, demostrando que el amor verdadero trasciende cualquier dolor y que, a veces, el camino para encontrarse a uno mismo es el mejor regalo que el amor puede brindar.
FIN.