El Jardín de las Mariposas



Había una vez en un pequeño pueblo, dos mujeres llamadas Lucrecia y Valentina. Ellas se conocieron en la feria de las flores y desde ese momento se volvieron inseparables.

Juntas decidieron tener su propio jardín, un lugar mágico donde crecerían flores de todos los colores y donde vivirían hadas y mariposas. "Lucrecia, ¿te imaginas tener un jardín lleno de mariposas de colores? Sería como vivir en un cuento de hadas", dijo Valentina con entusiasmo.

"¡Eso sería maravilloso! Pero antes de tener mariposas, necesitamos plantar las flores que les darán alimento y refugio", respondió Lucrecia. Entonces, juntas comenzaron a sembrar semillas y cuidar de las flores con esmero. Pasaron días y noches regando, podando y cuidando su jardín con amor.

Un día, mientras trabajaban en el jardín, un pequeño duende apareció ante ellas y les dijo: "Si quieren atraer mariposas de colores, necesitan sembrar la flor del arcoíris. Es una flor mágica que solo florece cuando dos corazones puros trabajan juntos".

Emocionadas, Lucrecia y Valentina buscaron la semilla de la flor del arcoíris y la plantaron con esperanza. Pasaron semanas cuidando la planta, y finalmente, un hermoso amanecer, la flor del arcoíris floreció en todo su esplendor.

Instantáneamente, el jardín se llenó de mariposas de todos los colores, revoloteando entre las flores. Lucrecia y Valentina se abrazaron felices, sabiendo que su amor puro y su trabajo en equipo habían hecho posible ese mágico momento.

El jardín de las mariposas se convirtió en un lugar visitado por personas de todas partes, quienes quedaban maravilladas con la belleza del jardín y la historia de amor de sus cuidadoras.

La pareja de mujeres se convirtió en un ejemplo de amor, perseverancia y trabajo en equipo. Y así, juntas, vivieron felices por siempre, cuidando de su jardín y de todas las criaturas mágicas que lo habitaban.

FIN.

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