El Jardín de las Mariposas



Había una vez en el hermoso jardín de las mariposas, una mariposa llamada Violeta. Violeta era radiante, con sus alas de brillantes colores y su carácter amable.

Sin embargo, las mariposas que la rodeaban, especialmente Margarita y Rosa, solían burlarse de sus delicadas alas y su manera serena. Margarita y Rosa eran amigas desde hacía mucho tiempo, pero su amistad no era tan maravillosa como parecía.

Ellas se reían de Violeta, le decían que sus alas eran aburridas y que no tenía gracia para volar. Violeta se sentía triste, pero nunca dijo nada. Un día, llegó al jardín una hermosa mariposa llamada Azul, con sus alas grandes y relucientes.

Margarita y Rosa se deslumbraron con Azul, y rápidamente dejaron de prestarle atención a Violeta. Violeta se sintió sola y despreciada. Entonces, decidió hablar con la sabia mariquita Celeste. "Celeste, me siento triste y desvalorizada. ¿Por qué Margarita y Rosa son así conmigo?" - le preguntó Violeta.

"Querida Violeta, algunas personas, o mariposas, pueden ser tóxicas. Ellas no te valoran, pero tú debes aprender a valorarte a ti misma. Reconoce tu propia belleza y valía, y no dejes que el comportamiento de los demás te afecte", respondió la sabia Celeste.

Violeta reflexionó sobre las palabras de Celeste y decidió alejarse de Margarita y Rosa. En su soledad, conoció a la dulce mariposa Luna, quien la aceptó tal como era. Juntas, compartieron momentos felices y Violeta empezó a valorarse a sí misma.

Un día, Margarita y Rosa se acercaron a Violeta, intentando hacer las paces. Pero Violeta, con amor propio, les dijo que prefería rodearse de amistades que la aceptaran por quien era.

Minutos después, Azul se les unió, y Violeta se sintió satisfecha de haberse liberado de aquellas amistades tóxicas. Gracias a su amor propio, Violeta encontró la felicidad en su nuevo círculo de amistades.

FIN.

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