El jardín de las mariposas felices


Había una vez, en un reino muy lejano, una princesa llamada Olí. A diferencia de las demás princesas, a Olí no le gustaba quedarse en el castillo y llevar vestidos elegantes.

Lo que más disfrutaba era pasar tiempo al aire libre y explorar la naturaleza. Un día soleado, mientras caminaba por la plaza del reino, Olí vio volar una hermosa mariposa de colores brillantes.

Quedó tan fascinada por su belleza que decidió seguir a la mariposa para descubrir a dónde iba. La mariposa llevó a Olí hasta un jardín secreto escondido detrás del castillo. Era un lugar mágico lleno de flores multicolores y plantas exóticas.

Pero lo más sorprendente eran las mariposas que revoloteaban por todas partes. Olí se acercó con cautela hacia ellas y notó algo extraño: algunas mariposas estaban tristes y desanimadas. Se preguntó qué podría estar pasando y decidió investigar más a fondo.

Se acercó a una pequeña mariposa azul llamada Azulita y le preguntó qué le ocurría. "Estoy muy triste porque no puedo volar tan alto como mis amigas", respondió Azulita con voz apagada. Olí se sintió compadecida por Azulita e inmediatamente tuvo una idea para ayudarla.

Recordando los cuentos que había escuchado sobre hadas madrinas, pensó que quizás ella podía hacer algo similar para ayudar a las mariposas tristes. Corrió hacia el castillo y reunió a los jardineros, quienes eran expertos en el cuidado de las plantas.

Les pidió que diseñaran un jardín especial para las mariposas, donde pudieran encontrar todo lo que necesitaban: flores dulces y néctar abundante. Los jardineros trabajaron arduamente durante días para crear este nuevo jardín mágico.

Olí supervisaba cada detalle, asegurándose de que todo fuera perfecto para sus amigas las mariposas. Una vez finalizado el jardín, invitó a todas las mariposas tristes a visitarlo.

Al llegar, no podían creer la belleza del lugar y se emocionaron al ver todas las flores llenas de néctar. Olí se acercó a Azulita y le dijo con una sonrisa: "Ahora tendrás todo lo que necesitas para volar alto y ser feliz".

Azulita no podía contener su emoción y comenzó a volar más alto de lo que jamás había imaginado. Poco a poco, todas las mariposas fueron recuperando su alegría y energía. El jardín se llenó de risas y colores vibrantes mientras disfrutaban de su nuevo hogar.

La noticia sobre el increíble trabajo de Olí llegó rápidamente al resto del reino. Todos quedaron asombrados por la bondad de la princesa y cómo había logrado transformar un lugar triste en uno lleno de alegría.

A partir de ese día, Olí se convirtió en una heroína muy querida por todos en el reino. Pero ella sabía que la verdadera magia estaba en ayudar a los demás y cuidar de la naturaleza.

Y así, Olí continuó su misión de ayudar a los animales y a las plantas en todo el reino. Siempre recordaba que, aunque fuera una princesa, lo más importante era hacer el bien y nunca dejar de explorar y aprender del mundo que la rodeaba.

Y colorín colorado, esta historia ha terminado.

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