El Jardín de las Plantitas Sabias



Había una vez en un hermoso jardín, un grupo de plantas muy curiosas y juguetonas. Entre ellas se encontraban Margarita, el girasol, Tulio, la rosa y Violeta, la violeta.

Siempre estaban juntos y les encantaba explorar y aprender cosas nuevas. Un día soleado, mientras paseaban por el jardín, se encontraron con Lucas, un niño muy inteligente que estaba estudiando sobre las plantas en su escuela.

Los tres amiguitos se acercaron a él emocionados para preguntarle qué había aprendido. - ¡Hola Lucas! ¿Qué has estado aprendiendo sobre las plantas? - preguntó Margarita con entusiasmo. - ¡Hola chicos! Pues he estado aprendiendo sobre algo llamado fotosíntesis -respondió Lucas sonriendo-.

Es el proceso que realizan las plantas para obtener energía del sol. Los ojos de los amigos brillaron de emoción al escucharlo. Querían saber más. - ¿Cómo funciona eso de la fotosíntesis? -preguntó Tulio intrigado.

Lucas explicó pacientemente:- La fotosíntesis ocurre en las hojas de las plantas gracias a una sustancia llamada clorofila. Esta sustancia es lo que les da ese color verde característico a las hojas. Las plantas también necesitan agua y dióxido de carbono para realizar este proceso. Violeta levantó su pequeña voz:- Entonces...

¿las hojas toman el agua y el dióxido de carbono del aire? Lucas asintió con una sonrisa:- Exactamente Violeta. Las hojas tienen pequeños poros llamados estomas por donde entran el agua y el dióxido de carbono.

Luego, con la ayuda de la luz del sol, las plantas convierten estos elementos en azúcares y oxígeno. Los amigos quedaron maravillados con lo que Lucas les estaba enseñando. Nunca habían imaginado que las plantas pudieran hacer algo tan asombroso.

- ¡Es increíble! -exclamó Margarita-. Las plantas son realmente especiales. Lucas asintió:- Así es, Margarita.

La fotosíntesis es muy importante porque gracias a ella, las plantas pueden producir su propio alimento y liberar oxígeno al aire para que podamos respirarlo nosotros los seres vivos. Tulio se puso pensativo y luego dijo:- Entonces, si no hubiera fotosíntesis, no existirían ni comida ni aire limpio para todos nosotros.

Todos estuvieron de acuerdo con Tulio y decidieron compartir lo aprendido con las demás plantitas del jardín para que también conocieran la importancia de la fotosíntesis.

Desde ese día en adelante, Margarita, Tulio y Violeta siguieron explorando el mundo juntos pero siempre recordando lo valiosa que era la fotosíntesis para todas las criaturas vivientes. Y así fue como los tres amiguitos ayudaron a propagar el conocimiento sobre este proceso mágico que ocurre en cada rincón del reino vegetal. Juntos demostraron que aprender cosas nuevas puede ser emocionante e inspirador.

FIN.

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