El jardín de los corazones felices

Había una vez en un pequeño pueblo, Marcos y su madre Sara vivían solos en una acogedora casita.

A pesar de estar rodeados de amor, Sara se sentía a veces un poco sola y anhelaba tener un compañero que la acompañara en la vida. Un día, Marcos notó la tristeza de su madre y decidió hacer algo al respecto.

Con la determinación en el corazón, se propuso crear un jardín muy especial donde las flores pudieran ayudar a su mamá a encontrar la felicidad. Durante semanas, Marcos trabajó en secreto sembrando semillas de amor, amistad y alegría en el jardín. Cuidaba cada planta con esmero y paciencia, regándolas con cariño cada día.

Pronto, el jardín se llenó de hermosas flores de diferentes colores y formas, todas brillando con una energía especial. Un día, Sara descubrió el mágico jardín que su hijo había creado para ella.

Al ver la belleza y el amor reflejados en las flores, Sara sintió un cálido brillo en su corazón. Marcos le explicó el significado detrás de cada flor y cómo representaban el amor y la alegría que él y ella compartían.

Con lágrimas de felicidad en los ojos, Sara abrazó a Marcos y le agradeció por su amor y su increíble regalo.

A partir de ese día, Sara supo que no necesitaba un esposo para sentirse completa, ya que el amor de su hijo y el mágico jardín le recordaban que siempre estaría rodeada de amor y alegría.