El jardín de los diez hermanos
Había una vez en un campo precioso, rodeado de árboles frondosos y flores de colores brillantes, vivían 6 hermanas y 4 hermanos.
Los hermanos y hermanas eran muy unidos, pero sentían que necesitaban hacer algo más para ayudar a los demás. Sin embargo, no sabían en qué trabajar. Un día, mientras paseaban por el pueblo cercano, escucharon a algunas personas hablar sobre la necesidad de ayuda en diferentes áreas.
Algunos hablaban sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, otros mencionaban la importancia de ayudar a los animales abandonados, y algunos más hablaban sobre la necesidad de brindar compañía a los ancianos del pueblo.
Las hermanas y hermanos se miraron unos a otros con determinación en sus ojos. Sabían que habían encontrado su propósito: ayudar a quienes más lo necesitaban en el pueblo. Decidieron dividirse en grupos para poder abordar cada una de las tareas importantes que habían escuchado.
Las hermanas se organizaron para plantar árboles, reagarrar basura y cuidar las flores del campo. Los hermanos se encargaron de rescatar animales abandonados, construir refugios para ellos y alimentarlos con amor.
Un día, mientras trabajaban arduamente en sus labores diarias, una anciana del pueblo se acercó a ellos con una sonrisa cálida en su rostro arrugado. "-¡Qué maravilloso trabajo están haciendo! ¡Gracias por traer alegría a este lugar!" les dijo con gratitud. Los hermanos y hermanas se sintieron felices al escuchar esas palabras.
Sabían que estaban haciendo algo bueno por su comunidad y eso les llenaba el corazón de alegría. Con el tiempo, el campo se convirtió en un lugar aún más bello gracias al esfuerzo conjunto de los hermanos y hermanas.
Las flores lucían más coloridas que nunca, los árboles crecían altos y fuertes, los animales corrían libres por el campo y los ancianos tenían compañía amorosa todos los días.
Las personas del pueblo comenzaron a hablar sobre la increíble transformación que había tenido aquel lugar gracias al trabajo desinteresado de los 10 hermanos y hermanas. Algunos dejaban mensajes escritos expresando su gratitud: "Gracias por hacer nuestro mundo un lugar mejor", decía uno de ellos.
Los 10 hermanos y hermanas entendieron entonces que no importa cuán pequeñas sean nuestras acciones; cuando se hacen con amor y dedicación pueden tener un impacto enorme en la vida de quienes nos rodean.
Y así fue como las 6 hermanas y 4 hermanos encontraron su verdadero propósito: trabajar juntos para hacer del mundo un lugar más amable, generoso y lleno de belleza para todos. Y vivieron felices ayudando a los demás por siempre jamás.
FIN.