El Jardín de los Ocho Salvadores



Había una vez una pequeña guardería llamada "Sueños de 8 niños", donde la Seño Lala era la encargada de enseñar y cuidar a los niños Uziel, Daniela S, María, Daniela R, Diego, Paula, Paulo y Diego.

Un día soleado, los ocho niños estaban jugando en el jardín cuando se dieron cuenta de que algo extraño estaba sucediendo. Las plantas se marchitaban y las hojas caían al suelo. Todos se preocuparon porque no sabían qué hacer.

-¡Seño Lala! ¡Seño Lala! -gritaron todos al unísono-. ¡Algo raro está pasando con las plantas del jardín! La Seño Lala corrió hacia ellos para ver lo que estaba sucediendo. Observó detenidamente las plantas y vio que estaban enfermas.

La Seño Lala sabía exactamente lo que había pasado: alguien había vertido productos químicos tóxicos en el jardín por error. La Seño Lala decidió convertir este incidente en una lección de vida para sus pequeños estudiantes.

Les explicó cómo cuidar el medio ambiente y cómo proteger a las plantas del daño causado por sustancias tóxicas. Juntos crearon un plan para salvar el jardín; cada niño tenía una tarea específica.

Uziel fue responsable de regar las plantas con agua limpia todos los días; Daniela S ayudaría a reagarrar hojas caídas; María supervisaría la salud general de las plantas; Daniela R ayudaría a replantar algunas flores nuevas; Diego buscaría soluciones naturales para curar las enfermedades de las plantas; Paula y Paulo serían los encargados de mantener el jardín limpio y ordenado, mientras que Diego ayudaría a crear un letrero para advertir a otros sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.

Los niños se pusieron manos a la obra, trabajando juntos para salvar las plantas del jardín. Después de unas semanas, las plantas comenzaron a recuperarse y el jardín volvió a estar lleno de vida.

La Seño Lala estaba muy orgullosa de sus pequeños estudiantes por trabajar juntos como un equipo para salvar el medio ambiente. Les enseñó una valiosa lección: si todos trabajamos juntos, podemos hacer una gran diferencia en nuestro mundo.

Desde ese día en adelante, los ocho niños aprendieron la importancia del cuidado del medio ambiente y prometieron protegerlo siempre. Y así fue como la Seño Lala dejó una huella positiva en los corazones de sus pequeños estudiantes.

FIN.

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