El Jardín de los Sentimientos
En un hermoso pueblo llamado Arcoíris, vivían tres amigos inseparables: Luca, Domi y Sofía. Cada uno de ellos tenía su personalidad particular, pero juntos formaban un equipo perfecto. Luca era muy carismático, Domi era cariñoso y Sofía era muy honesta. Ellos disfrutaban de pasar el día en el Jardín de los Sentimientos, un lugar mágico donde las flores reflejaban las emociones y cada color contaba una historia.
Un día, mientras jugaban, Sofía encontró una flor azul brilla en el centro del jardín.
"¡Miren esto! Nunca había visto una flor así. ¡Es hermosa!"
"Sí, pero creo que debemos cuidarla juntos. No sabemos si es especial", comentó Domi con dulzura.
"Claro, ¡será nuestro secreto! Nadie debe enterarse de ella!" dijo Luca emocionado.
Los tres amigos decidieron cuidar de la flor en secreto. Todos los días, le traían agua y le decían cosas lindas. Sin embargo, poco a poco, Luca empezó a sentir celos de Domi, ya que él parecía tener una conexión especial con la flor.
"¿Por qué siempre eres tú el que la riega primero, Domi?"
Domi se sorprendió por el tono de Luca.
"No me di cuenta de que había un orden. Solo me gusta cuidar de ella porque es linda", respondió con amabilidad.
"Pero yo también quiero ser el primero en regarla", insistió Luca, sintiendo un nudo en su pecho. Después de esa charla, algo cambió en el ambiente.
Con el tiempo, la flor comenzó a marchitarse, y los tres amigos se dieron cuenta de que no estaban prestando la atención que necesitaba.
"¿Por qué esta flor se está poniendo triste?" se preguntó Sofía, preocupada.
"Tal vez es porque estamos peleando", dijo Domi, reflexionando.
"No se está marchitando por eso, sino porque no hemos sido honestos entre nosotros", replicó Sofía con determinación.
Decididos a resolver el problema, los tres amigos se sentaron juntos.
"Luca, ¿por qué sientes celos de Domi?" preguntó Sofía
"Porque creo que Domi es mejor cuidando la flor. Quiero ser especial también", confesó Luca, bajando la mirada.
"No tienes que ser celoso. Todos somos especiales a nuestro modo”, respondió Domi.
"Sí, juntos somos más fuertes", afirmó Sofía.
Tomando las enseñanzas de la charla, los amigos decidieron trabajar juntos. Cada uno aportó su cariño y amabilidad a la flor, compartiendo la responsabilidad.
"¡Vamos a hablarle todos los días! Ella necesita nuestro cariño" propuso Sofía.
Así fue como decidieron hacer una ronda donde cantaban canciones para la flor. Con cada melodía, el color de la flor volvió a brillar. No solo eso, sino que la amistad entre Luca, Domi y Sofía se volvía más fuerte. Los celos se transformaron en confianza y la falta de atención en un compromiso colectivo.
Pasaron las semanas y la flor floreció completamente. Un día, la flor se iluminó de repente.
"¡Miren! ¡Ahora tiene un color dorado!" exclamó Sofía.
"Eso significa que ahora está feliz porque la cuidamos todos juntos", dijo Domi sonriendo.
"Nunca debemos dejar que los celos nos separen. La amistad es más importante que todo", concluyó Luca.
Desde aquel día, siempre que se encontraban con flores en el Jardín de los Sentimientos, los tres amigos recordaban la historia de la flor dorada. Cada semana se reunían para cuidarla y nunca olvidaron que compartir los sentimientos y ser honestos entre ellos siempre era la clave para un jardín floreciente y una amistad eterna.
FIN.