El Jardín de los Sueños



Érase una vez en un pequeño pueblo, un niño llamado Tomás. A diferencia de otros niños de su edad, Tomás era muy callado y solitario. Pasaba sus días en el patio de su casa, jugando solo con su pelota. Cuando sus compañeros de escuela se reunían en el parque, él prefería quedarse en casa, rodeado de libros y dibujos.

Una tarde, mientras exploraba el viejo desván de su abuela, Tomás encontró una semilla brillante. Sentía que era especial y decidió plantarla en el pequeño jardín de su casa. Cada día, luego de la escuela y antes de las cenas, cuidaba su semilla con mucho esmero. Así pasaron las semanas, y la semilla empezó a brotar, creando una hermosa planta llena de hojas verdes.

Un día, mientras estaba regando su planta, una pequeña mariposa se posó sobre la hoja más grande.

"Hola, niño solitario. ¿Por qué no juegas con los demás niños?" - preguntó la mariposa, moviendo sus alas delicadamente.

Tomás se sorprendió y, sintiéndose un poco curioso, respondió:

"Porque no tengo amigos. No sé cómo hacer para ser parte de un grupo."

La mariposa, con sus ojos brillantes, contestó:

"¿Y si te dijera que tus sueños pueden ser la llave para tener amigos?"

Intrigado, Tomás preguntó:

"¿Cómo pueden mis sueños ayudarme?"

"Tu planta se llama 'Jardín de los Sueños'. Si pasas tiempo con ella y le cuentas tus deseos, aprenderás a compartirlos y quizás en el camino encuentres amigos"

FIN.

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