El Jardín de los Sueños
En un barrio lleno de colores, donde los árboles eran altos y los pájaros cantaban alegres, vivían Day y Fer. Ellos eran los mejores amigos. Desde pequeños compartían aventuras, juegos y risas. Sin embargo, cuando crecieron, algo cambió. Day comenzó a sentir algo más por Fer, un sentimiento que la hacía sonrojar y sonreír tontamente.
Un día, Day decidió confesarle su amor a Fer. "Fer, tengo que decirte algo importante"- dijo con un leve temblor en su voz. Fer la miró con curiosidad. "¿Qué pasa, Day?"-
Day tomó aire y expulsó las palabras rápidamente. "Me gustás, me gustás de verdad, y me gustaría ser más que amigos"-
Fer se quedó en silencio, mirando al suelo. "Day, yo... no estoy seguro de cómo siento. Te quiero mucho, pero sólo como amiga"-
Las palabras de Fer fueron como un balde de agua fría. Day sonrió tratando de ocultar su tristeza, pero dentro de ella, todo se desmoronaba.
A partir de ese día, la relación de Day y Fer empezó a cambiar. Aunque intentaron seguir siendo amigos, la tensión se volvía palpable. Day se sentía confundida y dolida, mientras que Fer no sabía cómo actuar. Sin embargo, ambos se esforzaron por mantener su amistad.
Un buen día, mientras paseaban por el parque, Day escuchó a Fer hablar de un concurso de jardinería en la escuela. "Hay que presentar un jardín de sueños. Los ganadores tendrán una visita a un jardín especial en la ciudad"- dijo Fer emocionado.
Day a pesar de su tristeza, se entusiasmó. "¡Vamos a participar juntos! Podríamos hacer un jardín muy lindo"-
A partir de ese momento, Day y Fer comenzaron a trabajar en su jardín. Juntos plantaron flores de muchos colores, dibujaron mariposas y hasta construyeron un pequeño camino de piedritas. Mientras trabajaban, Day empezó a sentir que la tristeza se iba desvaneciendo poco a poco. Colocando las flores también colocaba sus sueños, sus esperanzas y sus risas.
Un par de semanas después, el día del concurso llegó. Day estaba nerviosa, pero Fer le dio un abrazo. "No importa si ganamos o no, lo importante es que lo hicimos juntos"-
El jardín fue admirado por todos. La profesora, sorprendida por su esfuerzo, les dijo: "No solo han creado un jardín hermoso, sino que también demostraron una gran amistad"-
Finalmente, Day y Fer no ganaron el concurso, pero recibieron un premio especial por la creatividad y el trabajo en equipo. Mientras el jurado entregaba los premios, Fer se dio cuenta de algo importante. "Day, creo que tu idea del jardín nos ayudó a ver lo valioso que es tener una amistad sincera"-
Day sonrió, sintiendo que había encontrado alegría nuevamente. En ese momento, ambos aprendieron que la amistad también es un hermoso tipo de amor.
Después del concurso, su relación se fortaleció más que nunca. Fer entendió que aunque no compartía el mismo amor romántico que Day, podían ser grandes amigos y apoyarse mutuamente. Juntos comenzaron nuevos proyectos, cada vez más emocionantes y creativos.
"El amor no siempre se trata de estar juntos como pareja, a veces, el verdadero amor está en la amistad sincera y el respeto mutuo"- reflexionó Fer ese día.
La experiencia del jardín se convirtió en un hermoso recuerdo que siempre llevarían en su corazón, y aprendieron que las relaciones pueden crecer de maneras inesperadas y bellas.
Así, Day y Fer siguieron siendo amigos, creando sueños que florecerían siempre en sus corazones.
FIN.