El jardín de los sueños



Era una mañana de primavera cuando Sofía, una niña curiosa y llena de energía, decidió explorar el misterioso jardín de su abuela. Mientras caminaba entre las flores, se encontró con un pequeño sapo que estaba mirando a unas mariposas.

"¿Por qué no les hablas?" - le preguntó Sofía, mirando al sapito con curiosidad. "No lo sé, ellas son tan hermosas, y yo soy solo un sapo" - respondió el sapo, suspirando.

Sofía se agachó a su lado y con voz firme le dijo: "¡Pero cada uno de nosotros tiene algo especial! Si no lo intentás, nunca lo sabrás!".

El sapo, animado por las palabras de Sofía, finalmente se decidió.

"¡Voy a intentarlo!" - exclamó, y empezó a croar con todas sus fuerzas. Para su sorpresa, las mariposas se acercaron, curiosas por el sonido. "¡Mirá! Están viniendo hacia mí!" - brincó el sapo emocionado. Sofía sonrió, sintiendo que su consejo había valido la pena.

Desde aquel momento, el sapo comprendió que no importaba su apariencia, sino su valentía. Y así, Sofía y el sapo se hicieron grandes amigos, mostrando que todos tienen su lugar en el mundo, por más pequeños que sean sus intentos.

FIN.

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