El jardín de los sueños



Había una vez un joven llamado Mateo que vivía en Canadá. Mateo era un chico muy amable y trabajador, y siempre había soñado con tener su propia floristería.

Un día, decidió hacer realidad su sueño y abrió una hermosa y acogedora tienda de flores en el centro de la ciudad. La floristería de Mateo se llenó rápidamente de clientes que quedaban maravillados con la belleza y frescura de sus arreglos florales.

Pero entre todos los clientes, había una chica que llamaba especialmente la atención de Mateo. Se llamaba Valeria, una joven alegre y simpática que solía visitar la floristería cada semana para comprar flores para su abuela.

Desde el primer momento en que vio a Valeria, Mateo sintió mariposas en el estómago. Quería hablarle, conocerla mejor y pasar más tiempo juntos. Pero no sabía cómo acercarse a ella sin parecer demasiado atrevido.

Un día, mientras Valeria estaba eligiendo algunas rosas rojas para su abuela, Mateo se armó de valor y se acercó a ella:"Hola, ¿puedo ayudarte a elegir las mejores flores para tu abuela?" -dijo tímidamente. Valeria sonrió y aceptó la ayuda de Mateo.

Juntos eligieron las flores más hermosas y fragantes para la abuela de Valeria. Durante ese tiempo juntos, descubrieron que tenían muchas cosas en común: les gustaba pasear por el parque, disfrutar del aire libre y ayudar a los demás.

A medida que pasaban los días, Mateo y Valeria se fueron conociendo mejor. Salían juntos después del cierre de la floristería para tomar un café o dar largos paseos por la ciudad. La relación entre ellos crecía cada día más fuerte e intensa.

Pero un día, cuando todo parecía ir perfectamente bien entre ellos, ocurrió algo inesperado: un incendio estalló en la floristería de Mateo debido a un cortocircuito en uno de los enchufes eléctricos.

Mateo estaba desolado al ver su sueño hecho cenizas ante sus ojos. Sin embargo, Valeria lo consoló:"Lo importante es que estemos bien tú y yo. Las flores pueden volver a crecer, pero tú eres único" -dijo Valeria con cariño.

Estas palabras llenaron el corazón de Mateo de esperanza y fortaleza. Con ayuda de amigos y vecinos reconstruyeron la floristeria incluso mas bella antes.

Finalmente llegó el día en que Mateo le pidió a Valeria ser su novia frente al arco iris multicolor creado por las nuevas flores plantadas afuera del local:"Valeria querida ¿quieres ser mi pareja?". Y ella emocionada respondió: "¡Sí! ¡Claro que sí!" Desde entonces, Mateo continuó regalando amor a través de sus bellas creaciones florales en compañía del amor verdadero junto a Valeria.

Y así fue como el joven bonito dueño de una floristeria encontró mucho más que éxito profesional; encontrò también un gran amor gracias al poder transformador e inspirador del trabajo duro, la valentìa, y sobre todo, el amor sincero hacia los demás.

FIN.

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