El jardín de los sueños perdidos
En un pequeño pueblo de Argentina vivían GIULIANA y su papá Víctor. Eran muy unidos y les encantaba pasar tiempo juntos haciendo todo tipo de actividades.
Un día, mientras paseaban por el bosque, GIULIANA vio algo brillando entre los árboles. Se acercó corriendo y descubrió una llave dorada. "¡Mira papá, encontré una llave mágica! ¿Qué crees que abrirá?" - dijo emocionada GIULIANA.
Papá Víctor sonrió y le respondió: "Solo hay una forma de averiguarlo, hija. Vamos a buscar la cerradura que esta llave pueda abrir". Así comenzó la aventura de GIULIANA y papá Víctor en busca del misterioso tesoro que la llave podría estar guardando.
Recorrieron cuevas oscuras, cruzaron ríos caudalosos y subieron altas montañas enfrentando diferentes desafíos en el camino. Finalmente, llegaron a un hermoso jardín secreto escondido en lo profundo del bosque. En medio de ese jardín había un cofre antiguo con una cerradura oxidada.
"Creo que esta es la cerradura perfecta para nuestra llave mágica" - exclamó emocionada GIULIANA. Con cuidado, introdujeron la llave en la cerradura y giraron lentamente.
Un brillo intenso iluminó el lugar cuando el cofre se abrió revelando su contenido: no era oro ni joyas lo que encontraron dentro, sino semillas brillantes y coloridas. Papá Víctor explicó:"Estas semillas representan nuestros sueños y deseos más profundos.
Debemos plantarlas con amor y paciencia para ver cómo florecen en hermosas flores llenas de alegría". GIULIANA asintió emocionada y juntos plantaron las semillas en el jardín secreto. Día tras día regaban las plantitas con cariño, viendo cómo crecían cada vez más fuertes y hermosas.
Al finalizar la historia, GIULIANA aprendió una importante lección junto a su papá Víctor: los tesoros más valiosos no siempre están hechos de oro o plata, a veces solo necesitamos amor, paciencia y perseverancia para hacer realidad nuestros sueños más preciados.
FIN.