El Jardín de los Sueños Perdidos



En un pequeño pueblo llamado Arcoíris, vivía una niña llamada Luna. Luna era curiosa y aventurera, siempre buscando nuevos misterios por resolver. Un día, mientras paseaba por el bosque, encontró un camino cubierto de flores que nunca había visto antes. Las flores brillaban con colores que parecían cambiar de acuerdo al sol.

"¡Mira qué hermosas son!"- exclamó Luna, tocando una de las flores. De repente, una voz suave salió de entre las hojas:

"¡Hola, pequeña! Soy Floris, el espíritu de este jardín. Bienvenida al Jardín de los Sueños Perdidos."

Luna se sorprendió, pero también le causó mucha alegría.

"¿Un jardín de sueños? ¿Qué es eso?"- preguntó.

"Este jardín guarda los sueños que los niños han olvidado. Aquí, pueden recuperar su magia. Pero ten cuidado: solo aquellos que creen en lo imposible podrán encontrar lo que buscan."-

Luna sintió una chispa de emoción. Recordó que había dejado de soñar con ser astronauta porque pensaba que era imposible. Entonces, decidió que iría a buscar su sueño perdido.

"¿Cómo puedo encontrarlo?"- preguntó con curiosidad.

"Debes seguir el camino de las flores azules y contestar tres acertijos que te ayudarán a recordar tu verdadero deseo."- dijo Floris mientras señalaba un sendero.

Luna comenzó a caminar, mirando atentamente las flores. Pronto llegó al primer acertijo:

"¿Qué es lo que vuela sin alas, brilla sin fuego y puede llevarte a lugares lejanos?"-

Luna pensó un momento y respondió:

"¡Los sueños!"-

"Correcto. Has pasado la primera prueba."- Floris brilló de alegría.

Después de responder el primer acertijo, Luna se sintió más confiada. Continuó hasta llegar al segundo acertijo:

"¿Qué es lo que nunca se ve, pero siempre se siente y puede inspirarte a seguir adelante?"-

Luna mordió su labio pensativa hasta que, de repente, dijo:

"¡La esperanza!"-

"¡Exactamente! Eres muy lista, pequeña. Ahora, queda un último desafío. Escucha bien:"

"¿Qué es lo que te hace reír, te une a otros y puede durar para siempre aunque a veces se pierda?"-

Luna cerró los ojos y recordó los momentos divertidos que pasaba con sus amigos. Entonces, sonrió y dijo:

"¡La amistad!"-

"¡Increíble! Has contestado los tres acertijos. Tu sueño perdido está al final del camino. Tu deseo de ser astronauta aguarda por ti. Ve, y nunca lo olvides nuevamente."-

Luna corrió llena de emoción hasta el final del sendero y, para su sorpresa, encontró un pequeño telescopio brillante. Lo miró con asombro, entendiendo que con la ayuda de sus amigos podría mirar las estrellas y soñar con ser astronauta nuevamente.

"No puedo creerlo. ¡Es precioso!" - dijo, mientras las flores del jardín comenzaban a brillar aún más intensamente.

Floris la miró con orgullo y le dijo:

"Recuerda siempre que lo imposible puede hacerse posible, y que tus sueños nunca deben ser olvidados. Compartí esta magia con tus amigos y juntos pueden explorar todo el universo de posibilidades."

Luna prometió que nunca olvidaría su sueño. Se despidió de Floris y salió del jardín con una gran sonrisa en su rostro, lista para contarle a todos acerca de su aventura y de la magia de seguir los sueños.

Desde entonces, Luna y sus amigos se reunían cada semana para mirar las estrellas, soñar y recordar que todos los sueños son posibles, siempre que se crean en ellos.

FIN.

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