El jardín de Lucas



Lucas fruncía el ceño y las apartaba con disgusto. Un día, cansada de la actitud de su hijo, la mamá de Lucas decidió llevarlo al mercado del pueblo.

Allí, encontraron un puesto lleno de frutas y verduras de todos los colores y tamaños. El vendedor, un hombre amable con bigotes grises como escobas, les ofreció probar algunas muestras.

"- ¿Quieren probar estas zanahorias recién cosechadas? Son dulces y crujientes", dijo el vendedor mientras sostenía una zanahoria naranja brillante frente a ellos. Lucas arrugó la nariz y estaba a punto de decir que no cuando su mamá lo interrumpió: "- Vamos, Lucas, deberías probarlas. Nunca sabes si te van a gustar hasta que las pruebas.

"A regañadientes, Lucas tomó una pequeña mordida de la zanahoria. Para su sorpresa, ¡le encantó! La zanahoria era mucho más sabrosa de lo que había imaginado. El vendedor sonrió satisfecho al ver la reacción de Lucas.

Después de ese día en el mercado, Lucas comenzó a probar diferentes verduras poco a poco. Descubrió que le gustaban los tomates jugosos, los pimientos coloridos y hasta las espinacas ricas en hierro.

Se dio cuenta de que las verduras no solo eran deliciosas sino también muy buenas para su salud. Con el tiempo, Lucas se convirtió en un defensor apasionado de comer alimentos frescos y saludables. Comenzó a ayudar en el huerto familiar y aprendió todo sobre el cultivo de verduras.

Su mamá estaba encantada al ver cómo su hijo se transformaba en un niño más fuerte y saludable gracias a una alimentación balanceada.

Un día, el vendedor del mercado visitó la casa de Lucas con una caja llena de semillas especiales. "- Estas son semillas mágicas que te ayudarán a cultivar las verduras más deliciosas que hayas probado", dijo el vendedor con una sonrisa traviesa.

Lucas plantó las semillas con cuidado y pronto vio crecer plantas llenas de vegetales exuberantes y apetitosos en su propio jardín. Invitó a sus amigos del pueblo a probar sus creaciones culinarias hechas con ingredientes frescos y caseros.

Desde entonces, Lucas se convirtió en un ejemplo para todos en el pueblo al demostrar que comer verduras no solo era importante para la salud sino también divertido y delicioso.

Y así, entre risas y buenos momentos compartidos alrededor de una mesa llena de colores naturales, Lucas vivió felizmente rodeado del amor por la comida sana e inspirando a otros a hacer lo mismo.

FIN.

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