El jardín de Mateo



Mateo vivía en un pequeño pueblo llamado Arcoíris, donde cada día era como un arcoíris lleno de colores y aventuras. A Mateo le encantaba pasar tiempo en su jardín, donde cultivaba todo tipo de plantas y flores.

Un día, Mateo decidió que quería que su jardín fuera el más hermoso de todo el pueblo, así que se puso manos a la obra.

Con paciencia y dedicación, regaba sus plantas, les daba el sol que necesitaban y las cuidaba con mucho amor. Sin embargo, un día un fuerte viento sopló y arrasó con todas sus flores. Mateo se sintió triste, pero en lugar de darse por vencido, decidió investigar en la biblioteca del pueblo sobre cómo proteger sus plantas.

Allí descubrió que podía construir pequeñas protecciones con palos y mallas para evitar que el viento volviera a dañarlas. Mateo puso manos a la obra y pronto su jardín volvió a florecer más hermoso que nunca.

Mateo aprendió que con paciencia, dedicación y estudio, podía enfrentar cualquier problema. Desde ese día, todos en el pueblo admiraban su hermoso jardín, y Mateo se convirtió en un ejemplo de perseverancia y amor por la naturaleza.

FIN.

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