El Jardín de Valery
Valery era una niña curiosa y llena de energía que vivía en una pequeña casita junto a su familia. Su jardín era su lugar favorito, lleno de coloridas flores y árboles frutales que su familia había plantado juntos.
Valery pasaba horas explorando y jugando en el jardín, descubriendo los secretos que escondía cada planta y árbol. Un día, mientras regaba las flores, descubrió un viejo libro de jardinería en el cobertizo.
Emocionada, llevó el libro a su mamá y le pidió que le enseñara cómo cuidar las plantas como lo indicaba el libro. Juntas, madre e hija, empezaron a seguir las indicaciones del libro, aprendiendo sobre el cuidado de las flores y los árboles frutales.
Con cada nueva técnica que aplicaban, el jardín se volvía más exuberante y hermoso. Valery estaba encantada de ver el fruto de su esfuerzo y dedicación. Un día, una tormenta azotó la región, dejando el jardín de Valery en un estado desolador.
Las flores estaban marchitas y los árboles dañados. Valery se entristeció al ver su amado jardín en ese estado, pero recordó el viejo libro de jardinería. Con determinación, junto a su familia, se dispuso a restaurar el jardín.
Trabajaron arduamente, aplicando todo lo que habían aprendido del libro y, poco a poco, el jardín comenzó a recuperarse. Valery aprendió que, al igual que las plantas, con perseverancia y esfuerzo, se pueden superar las dificultades.
Con el tiempo, el jardín volvió a florecer, más hermoso que nunca. Valery comprendió que, al igual que su jardín, ella también podía crecer y superarse con el cuidado y la dedicación adecuados.
Y así, cada vez que jugaba en su jardín, recordaba la valiosa lección que este le había enseñado.
FIN.