El jardín deportivo de Laura



Había una vez en el Jardín de Infantes "Rayito de Sol", un grupo de niños y niñas muy curiosos y enérgicos que siempre estaban buscando nuevas aventuras.

En este jardín, la maestra Laura les enseñaba a los pequeños la importancia de hacer deporte y jugar para mantenerse sanos y fuertes. Un día, la maestra Laura decidió organizar una jornada especial dedicada a los deportes.

Les explicó a los niños que iban a realizar diferentes actividades físicas para divertirse y aprender al mismo tiempo. Los ojitos de los pequeños se iluminaron de emoción ante la idea de jugar y moverse. La primera actividad fue una carrera de obstáculos en el patio del jardín.

Los niños tenían que saltar neumáticos, pasar por debajo de sogas y correr lo más rápido posible. Todos estaban muy concentrados en superar cada desafío, demostrando su agilidad y destreza. -¡Vamos, vamos! ¡No se detengan! -animaba la maestra Laura mientras aplaudía entusiasmada.

Después de la carrera, llegó el momento de practicar lanzamiento al arco con pelotas suaves. Cada niño tenía tres oportunidades para intentar hacer un gol.

Algunos chicos descubrieron que tenían muy buena puntería, mientras que otros necesitaban un poco más de práctica. -¡Bien hecho! ¡Sigan intentándolo, nunca se rindan! -les decía la maestra Laura con alegría. Luego, llegó el turno del juego del pañuelo.

Los niños formaron dos equipos y tenían que correr rápidamente para atrapar al compañero del equipo contrario antes de que pudiera alcanzar el pañuelo en el suelo. La risa y las carcajadas no paraban mientras todos se divertían jugando juntos.

-¡Qué buen trabajo en equipo están haciendo! Se nota que se están divirtiendo mucho -comentaba la maestra Laura orgullosa. Finalmente, para cerrar la jornada deportiva, la maestra propuso una competencia amistosa de carreras cortas entre los niños. Todos se prepararon en sus posiciones listos para salir disparados hacia la meta.

La emoción era palpable en el aire mientras esperaban ansiosos el inicio de la carrera. -¡Preparados... listos...

ya! ¡A correr se ha dicho! Los pequeños salieron disparados como flechas, sintiendo el viento en sus rostros mientras avanzaban a toda velocidad hacia la meta. Al cruzarla, recibieron aplausos y felicitaciones tanto de sus compañeros como de la maestra Laura. Al finalizar todas las actividades deportivas, los niños estaban cansados pero felices.

Habían descubierto lo divertido que era hacer ejercicio físico y jugar juntos. La maestra Laura les recordó lo importante que era mantenerse activos todos los días para cuidar su salud y bienestar.

Desde ese día, los niños del Jardín "Rayito de Sol" incorporaron las actividades deportivas como parte fundamental de su rutina diaria. Descubrieron que a través del juego podían aprender grandes lecciones sobre trabajo en equipo, esfuerzo personal y superación constante.

Y así, gracias al impacto positivo del deporte desde temprana edad, aquellos pequeños crecieron sanos, fuertes e inspirados a seguir practicando deporte durante toda su vida.

FIN.

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