El jardín dorado



Había una vez, en un mundo alternativo donde los animales hablaban y convivían con los humanos, una pequeña tortuga llamada Tita. Tita era muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras.

Un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con un conejo llamado Pancho. - Hola Tita ¿Qué haces por aquí? - preguntó Pancho. - Estoy buscando algo emocionante que hacer hoy - respondió Tita. - Yo también estoy aburrido -dijo Pancho-.

¿Por qué no vamos a la colina de las flores? Dicen que hay un lugar mágico allí. Tita se emocionó al instante y aceptó la invitación de Pancho. Juntos comenzaron su viaje hacia la colina de las flores.

Mientras caminaban, se encontraron con muchos otros animales del bosque como pájaros cantores, ardillas saltarinas y mariposas coloridas que volaban a su alrededor. Finalmente llegaron a la colina de las flores y vieron un arco iris brillante que apareció en el cielo.

Los dos amigos decidieron seguirlo para ver adónde los llevaba. Después de caminar durante mucho tiempo siguiendo el arco iris, llegaron a un hermoso jardín lleno de flores gigantes y árboles frutales.

Allí conocieron a un sabio búho llamado Don Quijote quien les contó sobre una leyenda antigua acerca del jardín mágico. Según Don Quijote, cada año había una competencia para encontrar una llave dorada escondida en algún lugar del jardín.

La llave abría una puerta que llevaba a un tesoro mágico. Tita y Pancho se emocionaron al instante y comenzaron su búsqueda de la llave dorada.

Buscaron en todos los rincones del jardín, debajo de las hojas, detrás de las flores y entre las ramas de los árboles. Después de mucho buscar, Tita encontró la llave dorada escondida en una flor gigante. Los dos amigos corrieron hacia la puerta mágica y la abrieron con la llave.

Dentro encontraron un cofre lleno de monedas de oro y joyas brillantes. Pero lo más importante fue que aprendieron una lección valiosa: nunca dejar de buscar aventuras emocionantes porque siempre pueden encontrar algo mágico e inesperado en el camino.

Desde ese día, Tita y Pancho se convirtieron en los mejores amigos aventureros del bosque, siempre buscando nuevas formas de encontrar tesoros ocultos y aprender cosas nuevas sobre el mundo que los rodea.

FIN.

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