El jardín mágico de Cori y Uni



Había una vez un pequeño corazón llamado Cori, que vivía en un hermoso jardín lleno de flores y abejas. Cori siempre se sentía triste porque no tenía amigos con quien jugar.

Todos los demás corazones estaban ocupados jugando y riendo juntos. Un día, mientras caminaba por el jardín, Cori vio a un unicornio solitario llamado Uni. Uni era muy tímido y nunca había tenido la oportunidad de hacer amigos.

Al ver a Uni tan solo, el corazón decidió acercarse y decirle "¡Hola!". Uni levantó la cabeza sorprendido y respondió tímidamente: "-¡Hola! ¿Quién eres?". "Yo soy Cori, el corazón", respondió emocionado. "¿Quieres ser mi amigo?".

El unicornio sonrió tímidamente y asintió con la cabeza. A partir de ese momento, Cori y Uni pasaron todo su tiempo juntos explorando el jardín y jugando divertidos juegos imaginarios. Un día, mientras jugaban cerca de un gran árbol, escucharon un zumbido familiar.

Era una abeja llamada Bea que volaba en círculos alrededor de ellos. Bea estaba cansada de estar sola también e inmediatamente sintió una conexión especial con estos nuevos amigos. "-¡Hola! ¿Puedo unirme a ustedes?", preguntó Bea emocionada.

Cori y Uni miraron a Bea con alegría y dijeron al mismo tiempo: "-¡Claro que sí!". Desde ese día, los tres se convirtieron en los mejores amigos del mundo entero. Juntos inventaron nuevos juegos y aventuras cada día.

Cori, Uni y Bea descubrieron que no necesitaban a más nadie para ser felices, porque la verdadera amistad lo era todo. Un día, mientras jugaban en el jardín, encontraron una flor solitaria llamada Florencia.

La pobre flor se sentía triste y desanimada porque sus pétalos estaban marchitos y no podía ver su belleza interior. Cori, Uni y Bea rodearon a Florencia con amor y cuidado. Juntos le dieron agua fresca todos los días y le hablaron palabras de aliento.

Poco a poco, los pétalos de Florencia comenzaron a abrirse revelando colores vibrantes y hermosos. "-¡Miren! ¡Soy una flor hermosa!", exclamó emocionada Florencia. Cori sonrió orgulloso y dijo: "-Siempre fuiste hermosa por dentro, solo necesitabas un poco de amor".

Desde entonces, Cori, Uni, Bea y Florencia se convirtieron en un equipo inseparable. Juntos demostraron que la amistad verdadera puede sanar corazones rotos y hacer florecer incluso las cosas más apagadas.

El jardín nunca volvió a ser un lugar solitario ni aburrido. Ahora estaba lleno de risas, juegos e historias compartidas entre estos cuatro amigos especiales.

Y así es como el corazón Cori jugó con el unicornio Uni, la abeja Bea y la flor Florencia por siempre jamás en el maravilloso jardín donde la magia de la amistad floreció cada día.

FIN.

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