El jardín mágico de Sofía
Había una vez una niña llamada Sofía que, emocionada y con su mochila llena de colores, entró por primera vez al jardín de infantes. Al abrir la puerta, se encontró con un mundo mágico lleno de risas y juegos.
Al mirar a su alrededor, Sofía vio que todos sus compañeros eran animalitos muy graciosos y amables.
¡Había un conejito llamado Saltarín, un perrito llamado Lametón, un gatito llamado Ronroneo y hasta un pollito llamado Pío! Sofía no podía contener su alegría al ver a todos sus nuevos amigos. Juntos pasaban los días jugando en el patio del jardín, aprendiendo nuevas canciones y explorando el mundo que les rodeaba.
Un día, mientras jugaban en el arenero, Saltarín saltó tan alto que desapareció entre las nubes. Todos quedaron sorprendidos y preocupados por su amigo perdido. Lametón dijo: "-¡Tenemos que encontrar a Saltarín! No podemos dejarlo solo en las nubes. "Ronroneo agregó: "-Tienes razón, Lametón.
Vamos a buscarlo todos juntos. "Así comenzó la aventura de Sofía y sus amigos para encontrar a Saltarín. Recorrieron el bosque encantado siguiendo pistas divertidas dejadas por otros animales del lugar.
Encontraron huellas gigantes hechas por elefantes traviesos y se escondieron detrás de arbustos para no ser vistos por monos curiosos. Pero nada parecía llevarlos hasta Saltarín. Desanimados, se sentaron en un claro del bosque a descansar. Fue entonces cuando Pío, el pollito, tuvo una idea brillante.
"-¡Escuchen todos! ¡Creo que Saltarín está en la montaña mágica!"Sin perder tiempo, Sofía y sus amigos se dirigieron hacia la montaña mágica. Subieron por caminos empinados y atravesaron ríos cristalinos hasta llegar a la cima.
Allí encontraron a Saltarín saltando felizmente entre las nubes. Todos se abrazaron emocionados de haber encontrado a su amigo perdido. Saltarín explicó: "-Me encanta saltar alto y sentirme cerca del cielo, pero siempre extrañé jugar con ustedes.
"Sofía sonrió y dijo: "-Nosotros también te extrañamos mucho, Saltarín. Eres parte de nuestro grupo y nunca debes sentirte solo. "Desde ese día, todos los animales del jardín aprendieron que cada uno tenía habilidades especiales que los hacían únicos y valiosos para el grupo.
Juntos compartían risas, aventuras y aprendizajes. El jardín de infantes se convirtió en un lugar aún más divertido gracias a la amistad entre Sofía, Saltarín, Lametón, Ronroneo y Pío.
Cada día era una nueva oportunidad para aprender algo nuevo junto a sus adorables compañeros. Y así fue como Sofía descubrió que los verdaderos amigos están ahí para apoyarnos en todas las situaciones de la vida.
Con ellos al lado, cualquier desafío puede ser superado y cualquier día puede convertirse en una gran aventura llena de diversión y alegría. Fin.
FIN.