El jardín misterioso del hospital abandonado



Había una vez, en un pequeño pueblo, dos amigas llamadas Ana y Maga, junto con su amigo Fran. Un día decidieron explorar un viejo hospital abandonado que se encontraba en las afueras de la ciudad.

A pesar de las advertencias de los vecinos sobre el lugar estar embrujado, los tres amigos decidieron aventurarse en él. Al entrar al hospital, Ana sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

Maga, valiente como siempre, les dijo a sus amigos que no tuvieran miedo y que todo estaría bien. Fran, por otro lado, parecía emocionado por la aventura. "¿Por dónde empezamos a explorar?", preguntó Fran con entusiasmo. "Creo que deberíamos ir hacia la sala de emergencias", sugirió Ana.

"¡Sí! ¡Vamos allá!", exclamó Maga. Mientras caminaban por los pasillos oscuros del hospital, escucharon extraños ruidos que los ponían nerviosos. De repente, una puerta se cerró detrás de ellos con fuerza, dejándolos atrapados en una habitación desconocida.

"¡Estamos encerrados! ¿Qué hacemos ahora?", exclamó Fran preocupado. "Tranquilos chicos, seguro hay otra salida", dijo Maga intentando mantener la calma. Después de buscar detenidamente por la habitación, descubrieron un pasadizo secreto detrás de un estante viejo.

Decidieron seguirlo y finalmente lograron salir a un patio interior del hospital. Allí encontraron algo inesperado: un jardín lleno de flores hermosas y coloridas. Parecía como si la naturaleza hubiera reclamado ese espacio olvidado por años.

Los tres amigos se maravillaron ante tanta belleza y paz en medio del caos del hospital abandonado. "¡Es increíble! Nunca imaginé encontrar algo así aquí", expresó Ana sorprendida.

"La naturaleza siempre encuentra la manera de florecer incluso en los lugares más oscuros", reflexionó Maga. "Tenemos que contarle a todos sobre este lugar secreto y maravilloso", propuso Fran emocionado. Los tres amigos salieron del hospital abandonado con el corazón lleno de alegría y asombro por lo que habían descubierto.

Decidieron compartir su experiencia con los demás habitantes del pueblo para mostrarles que incluso en los momentos más difíciles o lugares más sombríos, siempre hay esperanza y belleza esperando ser descubiertas.

Desde entonces, Ana, Maga y Fran se convirtieron en héroes locales por haber encontrado el jardín secreto en medio del antiguo hospital abandonado.

Y cada vez que alguien necesitaba recordar el poder de la naturaleza para transformar hasta el lugar más desolador en algo hermoso y lleno de vida, solo tenían que visitar aquel mágico jardín escondido entre ruinas.

FIN.

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