El jardín protegido



En un hermoso jardín, vivían tres plantas muy especiales: Margarita, la margarita blanca y radiante; Violeta, la violeta de color morado intenso; y Rosa, la rosa roja más hermosa de todas.

Las tres plantas eran amigas inseparables y se cuidaban mutuamente con mucho cariño. Un día, una fuerte tormenta azotó el jardín y las plantas sufrieron graves daños. Margarita perdió algunos pétalos, Violeta tuvo algunas hojas rotas y Rosa se quedó sin agua en sus raíces.

Estaban tristes y desanimadas por no poder lucir tan bellas como antes. - ¡Oh no! ¿Qué haremos ahora? - lamentaba Margarita. - No te preocupes, amigas. Juntas podemos superar cualquier adversidad - dijo Violeta con optimismo.

Decidieron unirse aún más para ayudarse mutuamente a recuperarse. Margarita compartió su luz solar con Violeta para que pudiera crecer más fuerte, mientras que Rosa regó las raíces de ambas con el agua que logró recolectar en sus pétalos.

Con el paso de los días, las plantas empezaron a sanar y a recuperar su esplendor. Margarita volvió a abrir sus pétalos blancos como la nieve; Violeta desplegó nuevas hojas moradas llenas de vida; y Rosa volvió a mostrar su color rojo vibrante.

- ¡Lo logramos gracias a nuestra amistad! - exclamaron felices las tres plantas al unísono. Pero la historia no terminaba allí. Un grupo de insectos invadió el jardín y comenzaron a dañarlo todo a su paso.

Las tres amigas sabían que debían actuar rápido para proteger su hogar. - Necesitamos ayuda extra para enfrentar esta amenaza - sugirió Rosa. Fue entonces cuando recordaron a Lila, una linda mariposa que solía revolotear cerca del jardín.

Decidieron buscarla y pedirle ayuda para deshacerse de los insectos invasores. Lila aceptó encantada colaborar con sus amigas plantas.

Con delicadeza y destreza, empezó a ahuyentar a los insectos con sus alas multicolores mientras las plantas le brindaban refugio en sus tallos y hojas. Finalmente, gracias al trabajo en equipo entre las tres plantas y la mariposa Lila, lograron salvar el jardín de la amenaza de los insectos malvados.

Desde ese día en adelante, Margarita, Violeta, Rosa y Lila siguieron siendo grandes amigos inseparables en el jardín. Aprendieron que la verdadera amistad es fundamental para superar cualquier dificultad que se presente en el camino.

FIN.

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