El Jedi en el Planeta Perdido



Había una vez un valiente Jedi llamado Lira, que volaba en su nave por el vasto espacio. Un día, una tormenta cósmica golpeó su nave y la hizo perder el control. Lira intentó mantener la calma, pero la nave se estrelló en un planeta desconocido, cubierto de misteriosas selvas y montañas altísimas.

Cuando Lira salió de los restos de su nave, se dio cuenta de que no sabía dónde estaba. Miró a su alrededor y vio criaturas extrañas y plantas coloridas.

"¿Dónde estoy?" - murmuró mientras intentaba recordar cómo activar su comunicador.

Al no poder obtener una señal, Lira decidió que debía encontrar refugio y comida primero. Mientras caminaba a través de la selva, se dio cuenta de que cualquier ruido podía asustar a los animales y hacer que se escondieran. Entonces, trató de ser muy cuidadosa.

De pronto, escuchó un ruido entre los arbustos. Lira se dio la vuelta y se encontró con una pequeña criatura peluda que la miraba con curiosidad.

"Hola, pequeña" - dijo Lira sonriendo "¿Sabés cómo puedo salir de aquí? ”.

La criatura, que era un poco tímida pero amable, le llevó a una cueva segura, donde podría descansar por la noche. En el camino, Lira le preguntó cómo se llamaba.

"Me llamo Capa" - respondió el pequeño ser, con voz suave "Soy un Yopli, un protector de este planeta".

Lira se sintió aliviada de haber encontrado a alguien que la ayudara. Aprovechando la oportunidad, decidió enseñarle a Capa algunas habilidades Jedi que podían ser útiles para ambos.

"¿Te gustaría aprender a mover cosas con la mente?" - le preguntó emocionada.

"¡Sí!" - respondió Capa, saltando de alegría. "Sé que puedes hacer cosas increíbles".

Con paciencia y práctica, Capa comenzó a desarrollar su habilidad. Sin embargo, a la mañana siguiente, cuando Lira despertó, se dio cuenta de que había un problema más grande que aprender a usar la Fuerza: tenía que encontrar un modo de reparar su nave y salir de aquel planeta.

Juntos, comenzaron a explorar la selva en busca de materiales. Mientras caminaban, se encontraron con un grupo de criaturas que estaban atrapadas en una trampa. Lira usó su habilidad Jedi para mover la trampa y liberarlas, demostrando a Capa lo importante que era ayudar a los demás.

"Siempre debemos ser amables con los que nos rodean" - le enseñó Lira.

Capa, inspirado por la valentía de Lira, decidió que quería ayudar en la búsqueda de materiales. Juntos, trabajaron arduamente, recolectando cosas que necesitarían para reparar la nave. Siguieron buscando durante días, enfrentándose a varios desafíos y peligros. En cada una de estas situaciones, Lira les enseñaba a los Yoplis sobre el trabajo en equipo y la solidaridad.

Finalmente, después de varias jornadas de esfuerzo y diversión, encontraron todo lo necesario para reparar la nave. Pero Lira y Capa no estaban solos: los Yoplis, aquellos tan agradecidos por su ayuda, decidieron unirse a la causa y ayudarles en la construcción.

Al notar que el hada del bosque les estaba mirando con admiración, Lira le pidió muy amablemente que se uniese a ellos:

"¿Te gustaría ayudarnos?" - le preguntó con una sonrisa.

"Claro, ¡me encantaría!" - respondió el hada emocionada.

Todos trabajaron juntos, combinando sus talentos hasta que la nave estuvo lista. Lira estaba tan orgullosa de que, a pesar de la adversidad, habían logrado superar los obstáculos gracias a la amistad y la colaboración.

Finalmente, el día de la partida llegó. Lira subió a la nave y miró a todos sus nuevos amigos.

"Nunca olvidaré lo que hemos vivido juntos" - les dijo. "Este planeta tiene una nueva familia gracias a ustedes".

"Siempre serás parte de nosotros, Lira" dijo Capa mientras la ola de un nuevo entendimiento llenaba su corazón.

La nave despegó y Lira admiró desde la ventana cómo el planeta se alejaba. Sabía que había dejado no solo una pequeña parte de su vida, sino también un gran legado, una lección sobre la importancia de ayudar a los demás y trabajar en equipo. Y así, Lira continuó su viaje por la galaxia, siempre recordando a sus amigos en aquel planeta desconocido, bajo su protector, el gran Yopli Capa.

FIN.

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