El joven jardinero



Había una vez un niño llamado Jorge, a quien le encantaba salir a pasear y explorar el mundo que lo rodeaba.

Pero lo que más disfrutaba era estar en contacto con la naturaleza y aprender sobre las diferentes plantas que había en su ciudad. Un día, mientras caminaba por el parque, Jorge vio a un señor mayor que estaba tratando de plantar unas semillas sin mucho éxito. Al verlo frustrado, Jorge se acercó para ayudarlo.

- Hola señor, ¿necesita ayuda con esas semillas? - preguntó Jorge. - Sí, hijo. No he tenido mucha suerte en hacerlas crecer- respondió el anciano.

Jorge tomó las semillas y comenzó a explicarle al señor cómo debía plantarlas para asegurarse de que tuvieran agua y luz suficiente. El hombre miraba con asombro cómo ese pequeño niño sabía tanto sobre jardinería.

A partir de ese día, Jorge visitaba al anciano todos los días después de la escuela para ayudarlo a cuidar sus plantas y enseñarle cosas nuevas. Juntos aprendieron sobre diferentes tipos de flores y árboles frutales e incluso hicieron un huerto en el jardín del anciano.

Pero un día triste llegó cuando el anciano falleció dejando todas sus plantas sin dueño. Jorge decidió entonces cuidar cada planta como si fuera su amigo ya que él sabía cuánto significaban para su mentor fallecido.

Con el tiempo, las plantas comenzaron a crecer hermosamente gracias al amor y dedicación que Jorge les brindaba todos los días. Y así fue como se convirtió en el jardinero más joven y talentoso de la ciudad.

Un día, Jorge decidió hacer una exhibición de plantas en el parque para mostrarle a todos lo que había aprendido. Las personas se sorprendieron al ver las hermosas flores y los frutos deliciosos que había cultivado Jorge. - ¡Increíble! ¿Cómo lograste esto siendo tan joven? - preguntó un hombre curioso.

- Lo hice con amor y dedicación -respondió Jorge con una sonrisa-. Y también gracias a mi mentor, quien me enseñó todo lo que sé sobre jardinería.

Desde ese día, Jorge se convirtió en un modelo a seguir para muchos niños y adultos, quienes aprendieron a amar la naturaleza y cuidarla como él lo hacía.

Y así fue como su amor por las plantas no solo lo llevó a ser el mejor jardinero de la ciudad sino también a inspirar a otros a seguir sus pasos.

FIN.

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