El Juego de las Escondidas


Ana y su vecina Sofía eran grandes amigas. Un día, decidieron jugar a las escondidas en el patio de la casa de Ana. Las risas resonaban mientras corrían y se escondían entre los árboles y arbustos.

"¡Te encontré, Ana!" gritó Sofía con entusiasmo, y juntas reían a carcajadas. Al final del juego, se sentaron en el césped y compartieron una deliciosa merienda de galletas y jugo. "¡Qué divertido fue jugar contigo, Sofía!" exclamó Ana con una sonrisa.

Sofía asintió, "Sí, me encanta jugar contigo, Ana. Siempre nos divertimos mucho juntas." Ambas se abrazaron antes de despedirse y regresar a sus hogares, ansiosas por el próximo juego que compartirían.

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